donostia. El Departamento de Interior del Gobierno Vasco obligó ayer a modificar el recorrido de una manifestación convocada por el movimiento Eleak a favor de una "Euskal Herria libre y legal" y en contra de las ilegalizaciones de formaciones políticas, que tenía previsto salir del Boulevard donostiarra el próximo sábado, día del arranque de la Aste Nagusia. La modificación del recorrido, según explica Interior, está destinada a evitar que la manifestación discurra por el recinto festivo "en un momento de máxima afluencia de personas, afectando al normal desarrollo de los actos previstos y poniendo en riesgo la seguridad de los asistentes".
La marcha, convocada bajo el lema Euskal Herria libre eta legala. Eskubide guztiak guztiontzat (Euskal Herria libre y legal. Todos los derechos para todos), tenía previsto partir a las 17.00 horas del Boulevard. Sin embargo, Interior ha remitido una resolución en la que modifica el punto de salida, desplazándolo a la "calle La Perla" (sic), manteniendo su finalización en la plaza Okendo.
Interior recuerda, además, la prohibición de "portar pancartas o de proferir lemas con amenazas o intimidación para instituciones, partidos, organizaciones y personas, o que impliquen enaltecimiento de organizaciones terroristas, así como cualquier acto que entrañe descrédito, menosprecio o humillación para las víctimas del terrorismo".
Por último, se justifica el cambio con la intención de "evitar la coincidencia de la manifestación con las celebraciones festivas, en un lugar y horario en el que se espera gran afluencia de personas para disfrutar del inicio de las fiestas, lo que podría generar situaciones de riesgo, especialmente en el caso de ser necesario el acceso de los servicios de urgencia al recinto festivo".
La izquierda abertzale oficial emitió ayer un comunicado en el que acusó al consejero de Interior del Gobierno Vasco, Rodolfo Ares, de "tensionar la situación política" con la prohibición de movilizaciones, cambios de recorridos de manifestaciones, "la retirada de propaganda política o querellas contra ciudadanos por ejercer sus derechos". En su opinión, la medida responde a "un clima de confrontación y tensión que no se corresponde con la realidad social y política de Euskal Herria".
Por su parte, Etxerat, a la que el Ayuntamiento donostiarra denegó el permiso para instalar una txosna, dijo que aún no ha decidido si solicitará una nueva ubicación.