bilbao. La suspensión cautelar del proceso de reafiliación en Ezker Batua y la Asamblea General del 12 de noviembre decretada por el Juzgado de Primera Instancia número 13 de Bilbao no ha hecho mella en la intención de los aranistas de mantener ambas convocatorias, a las que se opone el sector madracista. La Comisión Ejecutiva Federal de Izquierda Unida, posicionada junto a Arana en la guerra abierta que divide a EB, respondió ayer al fallo judicial con un comunicado en el que afirma que son los órganos de este partido que "legitimamente preside y coordina el compañero Mikel Arana" los que deben decidir las convocatorias internas de esta formación, de forma que IU "no reconecerá ninguna decisión que no venga avalada y resuelta" por el citado organigrama interno.

La delicada situación de EB, iniciada tras los adversos resultados electorales en las autonómicas de 2009, acentuada por un nuevo retroceso en los comicios locales y refrendada tras la polémica negociación de puestos y dinero a cambio de sus votos en la Diputación Foral de Álava, ha derivado en un enconado enfrentamiento entre ambos sectores por el control de la organización política. La brecha interna ha llegado hasta los tribunales, donde los madracistas han encontrado un apoyo a sus demandas que el nuevo fallo del juzgado bilbaíno vuelve a poner de manifiesto.