vitoria. Respeto absoluto ante las decisiones que pueda tomar una organización "soberana y madura" como es Aralar; más si cabe al hablar sobre un proceso de reflexión que apenas acaba de echar a andar y que aún debe pasar por el filtro más importante: el de su militancia. Ése es el mensaje que vertebra la opinión que merece a las distintas formaciones políticas vascas la ponencia que definirá el futuro de Aralar en su próximo congreso.

Sin embargo, de las primeras valoraciones que ayer hicieron para DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA las tres sensibilidades que actualmente componen Bildu al ser preguntadas sobre la posibilidad de que este camino desemboque en algún tipo de colaboración de cara a las próximas citas con las urnas, se desprende una bienvenida tan medida como condicionada en todo caso a la decisión que tome el conjunto del partido a la vuelta del verano.

La ponencia que llegará a ese cónclave contempla la posibilidad de que Aralar busque alguna suma de fuerzas con otros partidos soberanistas en el Congreso y en el Senado que se base, eso sí, en parámetros exquisitamente democráticos de paz, justicia social y derecho a decidir.

una hipótesis "natural" Una apuesta conjunta de este tipo podría dar forma a un grupo propio que trasladaría la voz de la izquierda soberanista vasca al seno de los máximo órganos legislativos del Estado español con un peso específico y una capacidad política más que importante, lo que la mayor parte de Bildu vería con buenos ojos. Fuentes de la coalición admitían ayer que la configuración de este espacio de encuentro sería percibido como algo "natural", tanto dentro de la coalición como en el conjunto del electorado vasco.

Desde Eusko Alkartasuna, una de las impulsoras de esta coalición, se subrayaba que Bildu "siempre ha dejado claro que tiene las puertas abiertas" a quien esté dispuesto a buscar cauces de colaboración y a "compartir ideas", aunque tampoco se puede olvidar que esta formación se siente aún dolida por lo que sucedió en Nafarroa Bai -donde dijo haberse sentido "excluida"-, por lo que ambos partidos deberían esforzarse para acercar posturas antes de entablar algún tipo de colaboración.

Alternatiba fue la que ayer se pronunció más clara y transparentemente. Según explicó su líder, Oskar Matute, esta formación "siempre ha defendido la recomposición de un gran espacio de izquierda soberanista que aúne construcción nacional y construcción social". Consecuentemente, aseguró que los partidos concernidos en este espacio deberían "ser capaces de generar una herramienta potente" que traslade a las grandes plazas de debate la voz de esa parte del electorado vasco. Eso sí, observando atentamente que "esa suma de diferentes" nunca deje de lado los "perfiles de izquierdas". "Ahí, podrá haber interlocución y encuentro", concluyó Matute.

La más cauta en sus valoraciones fue la izquierda abertzale tradicional que, si bien está comprometida desde la aprobación de la ponencia Zutik Euskal Herria con la "acumulación de fuerzas", explicaba ayer que conoce la ponencia, pero se va a tomar "su tiempo" para analizarla y ver cómo concluye su debate antes de opinar. "Las cosas así de serias no se hacen de la noche a la mañana", zanjó uno de sus portavoces.

respeto y "cautela" Los demás partidos, menos directamente afectados por este posible escenario, se limitaron a mostrar su respeto por la decisión que pueda adoptar finalmente Aralar. En todo caso, el portavoz parlamentario del PP vasco, Leopoldo Barreda, confió en que una formación con el currículum democrático de Aralar, "que en su día decidió alejarse de ETA", sea "prudente" en este camino para no terminar recorriéndolo "a la inversa"; algo que, por otra parte, Aralar ya ha dejado claro que nunca se plantearía ni se permitiría hacer.