Vitoria. La exigencia de prebendas en la negociación del Gobierno foral alavés por parte de miembros de Ezker Batua desembocó ayer en un intento del coordinador general y sus afines por eliminar del partido al núcleo duro del sector madracista que no hace sino acentuar los visos de ruptura que rodean a esta formación.

En un encuentro de la Presidencia que sólo contó con los aranistas -nueve de los 18 miembros que componen la cúpula interna- y la juntera alavesa Nerea Gálvez, Mikel Arana puso sobre la mesa un dictamen en el que analizó con pelos y señales lo acontecido en la negociación que EB y PNV desarrollaron de forma infructuosa para respaldar con los dos votos de las procuradoras progresistas la continuidad del Xabier Agirre al frente de la Diputación.

Como conclusión, la Presidencia "recomienda" -el Consejo Político es el órgano capacitado para ejecutar las sanciones- la tramitación de la baja anunciada por el excoordinador, Javier Madrazo, y la renuncia de su mano derecha y actual portavoz de la Presidencia, Serafín Llamas. Además demanda que Llamas ponga a disposición notarial los poderes económicos que ostenta actualmente.

La recomendación está apoyada por una valoración que sitúa a ambos dirigentes como "responsables" de condicionar el apoyo de EB en las negociaciones forales a la colocación de 39 miembros y simpatizantes del partido, la concesión de un crédito de 600.000 euros y la incorporación del exportavoz del partido en el Ayuntamiento de Vitoria, José Navas, al consejo de Caja Vital.

No son los únicos en la diana. El dictamen también solicita a las dos junteras alavesas, Nerea Gálvez y Merche Echezarreta, que entreguen sus actas de procuradoras y "conmina" a Gálvez y a la portavoz de la comisión negociadora, Kontxi Bilbao, a renunciar a sus cargos en el partido. Por el contrario, no emprende acciones contra el coordinador de Álava, David Lozano, al considerar que desconocía los últimos movimientos negociadores ajenos a los contenidos programáticos, mientras su compañera Kontxi Bilbao y Gálvez sustituían la propuesta remitida al PNV el viernes 1 de julio, "tras consultar con diferentes personas, pero no con la Permanente de Álava", por otra en la que se traspasaban "una serie de líneas rojas" como la incorporación, una vez apartada de la negociación para allanar la vía del acuerdo, de las modificaciones en la Ley Electoral.

La Presidencia estima que esta reacción esconde una "relación directa causa-efecto" con la negativa de la formación jeltzale a acceder a las pretensiones "del sr. Llamas".

La respuesta Pero la contestación del sector madracista no se hará esperar. A modo de anticipo de lo que acontecerá hoy en el Consejo Político convocado por los representantes de esta corriente interna, un comunicado remitido por un militante anunció que este foro -al que no acudirá Arana ni sus afines al no reconocer la legimitidad de este órgano de control que, a efectos prácticos y como ejemplo de la división, funciona como dos entes independientes- debatirá hoy una propuesta para que se analice la expulsión del coordinador general por "romper" la caja única y "quedarse" con la retribución procedente del Parlamento Vasco.

Tanto la decisión de la Presidencia conocida ayer como el resultado del Consejo Político que hoy se hará público se enmarcan en la deriva adoptada por EB después de dos años de continuos enfrentamientos que, según admiten afiliados de ambos sectores, desembocarán en una nueva escisión.