sidney. El fiscal general de Estados Unidos, Eric H. Holder, reveló ayer que el FBI investigará las operaciones de News Corporation, el grupo de medios del magnate Rupert Murdoch, tras el escándalo de las supuestas escuchas ilegales a víctimas del 11-S.
"Miembros del Congreso de los Estados Unidos nos han requerido que investiguemos las mismas acusaciones", indicó Holder en una rueda de prensa en Sidney. El fiscal general, quien se encuentra en Australia para participar en una reunión internacional, añadió que la investigación se lleva a cabo por parte de las agencias responsables del cumplimiento de las leyes federales. En la misma comparecencia, el fiscal general del Reino Unido, Dominic Grieve, indicó que espera que el caso no desemboque en una serie de regulaciones y medidas que acaben con la libertad de expresión.
News Corporation es propietaria del dominical sensacionalista británico News of the World, algunos de cuyos periodistas recurrieron a supuestamente a escuchas ilegales para conocer comunicaciones "jugosas", concretamente los mensajes depositados en buzones de voz de teléfonos móviles. Entre otros, fueron intervenidos los teléfonos de la actriz Sienna Miller, del ex viceprimer ministro John Prescott y del príncipe Guillermo, lo que dio lugar a que se destapase la trama.
dimisión de brooks La semana pasada, el escándalo aumentó al divulgarse que entre los teléfonos pinchados estaba el de una niña asesinada y por el arresto del exdirector del News of the World Andy Coulson, antiguo jefe de prensa del primer ministro británico, David Cameron, que fue puesto en libertad bajo fianza hasta octubre. La consejera delegada de News International, Rebekah Brooks, la cara más visible del escándalo, dimitió ayer, y será sustituida por el consejero delegado de Sky Italia, Tom Mockridge, quien ocupará su puesto con efecto inmediato. Al dar a conocer su decisión en un correo electrónico interno al personal de la compañía, Brooks dijo ayer que se marcha para facilitar la solución a la actual crisis que vive la compañía. "Mi deseo de mantenerme (en el puesto) se ha transformado en el centro del debate. Esto distrae la atención de todos nuestros sinceros esfuerzos por arreglar los problemas del pasado", indicó su mensaje. "Por lo tanto, ha presentado mi dimisión a Rupert y James Murdoch. Esta vez mi decisión ha sido aceptada", añadió la periodista, quien ya había ofrecido su renuncia la semana pasada pero le fue rechazada.