Vitoria. "Ningún miembro de esta Asamblea ha negociado cuestiones ajenas a lo aprobado en este órgano". La Permanente de Ezker Batua en Álava cerró filas ayer en torno a sus responsables en la negociación foral -la exparlamentaria vasca Kontxi Bilbao y el coordinador territorial David Lozano- y se sacudió la responsabilidad de las escandalosas exigencias basadas en puestos y dinero situadas sobre la mesa del PNV a la hora de abordar un posible acuerdo que dejase la Diputación en manos del jeltzale Xabier Agirre.

Tras casi tres horas de encuentro, la mayoría de los miembros representados en este órgano interno consideró "revanchista y bochornoso" el "espectáculo" vivido en el Pleno de Investidura, donde el ex diputado general aireó las demandas extraprogramáticas exigidas por miembros de EB.

No obstante, admiten la existencia de estas prebendas al tener conocimiento sus representantes en la negociación de las mismas a través de los interlocutores jeltzales, por lo que piden a los órganos superiores de este partido que abran una investigación para depurar responsabilidades que, al menos en Álava, consideran que no han existido.

Eso en lo que respecta al sentir mayoritario, ya que además de estos puntos abordados en la Permanente -cuenta con 15 miembros pero sólo asistieron 12 a la sesión de ayer-, también se propusieron dos iniciativas que no aunaron el respaldo suficiente.

Por un lado, demandaron la puesta a disposición del partido de los cargos de los dos negociadores y las junteras -Nerea Gálvez y Merche Echezarreta- y, por otro, la apertura de sendos expedientes de expulsión para Javier Madrazo -quien anunció su marcha del partido esta misma semana-y el portavoz de la Presidencia, Serafín Llamas. En ambos casos las propuestas reunieron cinco de los 12 votos, por lo que decayeron.

La Permanente decidió también convocar una asamblea el próximo día 21, después de informar a todos los afiliados de EB en el territorio alavés de los acuerdos adoptados en el encuentro de ayer.