madrid. Numerosos dirigentes del PSOE comparten la opinión del ex presidente del Ejecutivo Felipe González de que el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, debería dejar "ya" sus cargos en el Gobierno para centrarse en el partido y en las próximas elecciones generales.

Fuentes del PSOE han asegurado que Rubalcaba todavía no tiene tomada la decisión, aunque es consciente de que debe dejar el Ejecutivo, al menos el Ministerio del Interior y la portavocía, para dedicarse en exclusiva a sus tareas como candidato del PSOE.

Rubalcaba, sin embargo, ha dejado claro esta semana que sabe muy bien cómo y cuándo tiene que hacer las cosas, y ha rechazado cualquier tipo de consejos en este sentido, incluso los que le llegaban del ex presidente Felipe González, que le recomendó irse "ya" del Gobierno.

Algunos dirigentes socialistas son partidarios de que no espere más allá de su proclamación oficial como candidato el próximo 9 de julio por parte del comité federal, con la idea de empezar a marcar de manera inmediata su perfil propio al margen del Gobierno, pero otros, que son minoría, defienden que podría permanecer en el gabinete de Zapatero hasta septiembre u octubre.

consenso con zapatero En cualquier caso, lo que todos dan por hecho es que Rubalcaba tomará la decisión junto con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. La resolución final podría estar ligada a la convocatoria de las elecciones generales, un asunto que tampoco está decidido, pese a la determinación mostrada en numerosas ocasiones por Zapatero de agotar la legislatura. No obstante, el hecho de que Zapatero no se refiriera expresamente a marzo durante el debate sobre el estado de la nación celebrado esta semana en el Congreso ha despertado todo tipo de especulaciones, a las que no han sido ajenos en la bancada socialista. Más aún, no eran pocos los diputados del PSOE que hablaban entre bambalinas de una hipotética convocatoria electoral a últimos de noviembre e incluso de una inminente remodelación ministerial, y han sido varias las posibilidades que se han barajado y numerosos los nombres que entraban en las quinielas. Y es que la salida de Rubalcaba del Gobierno no será una cuestión de mero trámite, habida cuenta de que actualmente ocupa tres cargos dentro del gabinete: vicepresidente primero, ministro del Interior y portavoz.

Rubalcaba podría dejar todos sus cargos, tal y como hizo Mariano Rajoy cuando fue designado por José María Aznar en el año 2003, o podría optar por mantener la Vicepresidencia primera, ya que él mismo anunció que sí saldrá de Interior y desde el PSOE se da por hecho que ese mismo día abandonará la portavocía, para evitar el desgaste de verse obligado a defender cada viernes las decisiones del Consejo de Ministros.

Con todo, la obligada remodelación que conllevaría aparejada su marcha no tiene por qué suponer a priori la entrada de nuevas caras en el Gobierno, ya que, según las fuentes, Zapatero podría acometer un ajuste de tal manera que los actuales ministros absorbieran los cargos. Así, el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, podría ser ascendido hasta la Vicepresidencia primera; el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, podría asumir las tareas de portavoz, y el departamento del Interior podría unirse al de Justicia, con Francisco Caamaño al frente. También ha sonado insistentemente el nombre del secretario de Estado de la Seguridad, Antonio Camacho, para asumir las tareas de Rubalcaba en el ministerio, e incluso no han faltado apoyos para que el presidente del Congreso, José Bono, se haga cargo de la vicepresidencia política. En el PSOE creen que Zapatero mantendrá esa vicepresidencia, aunque podría decantarse por ascender a la titular de la vicepresidencia económica, Elena Salgado, al primer nivel, tal y como hizo Aznar con Rodrigo Rato en el 2003. Pese a que el debate de política general de esta semana ha dado oxígeno al PSOE y al Gobierno, que han ganado todas las propuestas de resolución por primera vez desde que Zapatero lidera ambos, las conjeturas sobre un adelanto de las generales no han perdido fuelle.