madrid. El Gobierno podrá gastar en 2012 un 3,8% menos de lo que gastará a lo largo del presente año. Así se deduce de la decisión adoptada ayer por el Consejo de Ministros que dio luz verde a este recorte y situó el presupuesto máximo de gasto para el año que viene en 117.353 millones de euros, 4.669 millones menos que este ejercicio. Esta rebaja, justificada por la necesidad de recortar su déficit hasta el 3,2% de PIB (36.657 millones), es la mitad de la que llevó a cabo para este año, en el que se recortó el techo de gasto un 7,7% para lograr situar el déficit de las cuentas del Gobierno en el 4,8%.
En la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, destacó que el Gobierno prevé unos ingresos de 127.852 millones, frente a unos gastos obligados de 47.157 millones. De esa cifra, 8.875 millones corresponden al ajuste de la contabilidad nacional y los 38.282 millones restantes a la financiación de las administraciones territoriales.
El resto, 80.695 millones, serán gasto corriente y en este capítulo la ministra de Economía incidió en que "habrá partidas que necesariamente crezcan", como la destinada al pago de los intereses de la deuda, mientras que otras, como el presupuesto de los ministerios y organismos autónomos, registrarán caídas "superiores al 3,8%". Salgado no concretó el recorte por áreas (que según las filtraciones será cercano al 10%) amparándose en "la inestabilidad de los mercados, que obliga a hacer una previsión del pago de intereses de la deuda conservadora", es decir, reservar más dinero por lo que pudiera pasar. Ese dinero se sustraerá de las partidas ministeriales.
margen de mejora Sin embargo según Salgado hay margen de mejora ya que los ingresos podrían crecer entre 3.000 y 4.000 millones de euros adicionales con respecto a lo presupuestado debido a la mejora de la economía. Si esa mejora se consolidara, las empresas podrían ir liquidando sus pagos aplazados de IVA con lo que entraría más líquido a las arcas públicas. Además, la titular de Economía descartó una nueva subida de impuestos, así como una reducción de los salarios públicos.
También ayudaría a este margen de ingresos la lucha contra el fraude, "cada vez más perfeccionada", y una mejor gestión de la recaudación del Impuesto de Sociedades en lo que se refiere a pagos a cuenta, sobre todo, según Salgado, en lo que se refiere a las empresas de mayor tamaño o grupos empresariales.