vitoria. La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional absolvió ayer a Igor Cearreta, acusado de participar en los ataques a una entidad bancaria y una sede del PSE que un grupo de unas 25 personas llevó a cabo el 22 de marzo de 2005 en la localidad guipuzcoana de Soraluze. El fiscal solicitaba tres años de cárcel por un delito de estragos terroristas con el agravante de disfraz, ya que los atacantes realizaron la acción violenta con el rostro cubierto con capuchas.
Los hechos se produjeron después de una manifestación con motivo del fallecimiento en Uruguay del presunto miembro de ETA Juan José Urrutia Pía, cuando el grupo arrojó un cóctel molotov contra la puerta de un BBVA y colocó ante la Casa del Pueblo un artefacto explosivo e incendiario que no llegó a explotar.
Los magistrados consideran que la única prueba existente contra el acusado -la presencia de su ADN en un guante de latex localizada el día después de la manifestación- no es "bastante" para condenarle.
Por otra parte, la Fiscalía de la Audiencia Nacional rebajó ayer de 15 años a 3 años de prisión su petición para Juan Carlos Besance, acusado de colocar una bomba en el Instituto Nacional de la Seguridad Social de Zarautz, al estimar que "no se puso en peligro la vida de ningún morador".
Estos procesos se unen al que enfrentará mañana por primera vez a Garikoitz Aspiazu, Txeroki, a la Justicia española, que llega precisamente al calor de una filtración que indica que su estancia en prisión habría coincidido con su asunción de las tesis más posibilistas, abandonando la linea dura que abanderó mientras estuvo al frente del aparato militar de ETA.