Barcelona, 27 may (EFE).- La operación policial, conjunta entre los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana, se ha saldado, al menos, con un detenido y con más de 120 heridos, en su mayoría leves y de ellos 37 policías, en las cargas policiales contra el millar de personas que se han concentrado alrededor de la plaza para mostrar su apoyo a los 200 acampados que duermen allí desde hace dos semanas.

A lo largo de la mañana se han vivido momentos de mucha tensión entre las fuerzas policiales y los "indignados", que han derivado en varias cargas policiales y disparos de pelotas de goma por algunos enfrentamientos aislados, aunque la mayoría de concentrados han opuesto una resistencia pacífica.

Entre las siete de la mañana y la una del mediodía, los Mossos y la Guardia Urbana han establecido un doble cerco a la plaza, para facilitar que las brigadas de limpieza del consistorio barcelonés pudieran entrar para sacar objetos que consideran potencialmente peligrosos de cara a la celebración mañana por una posible victoria del FC Barcelona en la final de la Liga de Campeones.

Después de que la policía les abriera paso entre los acampados, que se han negado en todo momento a abandonar la plaza, los equipos municipales de limpieza han llenado más de una decena de vehículos con restos del campamento, como tiendas de campaña, colchones, toldos, ordenadores y varios elementos rígidos, así como bombonas de cámping gas y botellas de gasolina para alimentar los generadores eléctricos.

Los momentos de más tensión se producían cuando la gente arremolinada alrededor de la plaza de Cataluña trataba de impedir, sentándose y situándose en plena calle, que pudieran salir los camiones con los objetos retirados, que, según fuentes municipales, se depositarán en un almacén en el Sot del Migdia y que sus propietarios podrán recuperar el próximo lunes, día 30.

Para permitir la salida de los vehículos, los Mossos han hecho algunas cargas y han disparado salvas y pelotas de goma.

Hacia las 11:30 horas se ha permitido el acceso a la plaza de los asesores legales de los acampados, los abogados Alex Solà y Lluïsa Domingo, que han hecho de mediadores entre los responsables del dispositivo policial y los "indignados".

Los responsables del dispositivo policial han reiterado a los mediadores que su único objetivo era limpiar la plaza para garantizar la seguridad ante los posibles incidentes de mañana y que no querían desalojar la acampada.

Sin embargo, los acampados han celebrado una improvisada asamblea en la que han decidido que quien se tenía que ir era la policía y que ellos mismos ya limpiarían la plaza.

Al saber esta respuesta, los Mossos y la Guardia Urbana han actuado con rapidez y han desmontado el cerco interior, que han convertido en un pasillo para que la brigada de la limpieza pudiera acceder hasta el epicentro de la protesta y retirar los toldos que aún estaban en pie.

Ha sido entonces cuando se han vivido los momentos de más tensión, ya que desde fuera de la plaza varios jóvenes han burlado el cordón policial, que se ha visto desbordado, para ir a apoyar a sus compañeros de dentro de la plaza.

Sin embargo, los Mossos y la Guardia Urbana, una vez limpiada la plaza, se han retirado con rapidez y la situación no ha ido a mayores.

No obstante, una unidad de los antidisturbios de los Mossos que integraba el segundo cerco se ha visto atrapada por los concentrados que accedían corriendo hacia el centro de la plaza, por lo que han disparado salvas para hacerse espacio y poder salir.

Media hora después de que los policías y las brigadas de la limpieza se hubieran retirado, la plaza estaba a rebosar de "indignados", que han vuelto a instalar sin problemas varios toldos. EFE