vitoria. El Gobierno Vasco se parapetó ayer tras un cortafuegos con el que trató de mantenerse a salvo de la quema que los ciudadanos desataron el domingo en el campo socialista. "Las elecciones fueron para elegir los ayuntamientos y las juntas generales de los respectivos territorios históricos, nada más". Así lo resumió su portavoz, Idoia Mendia, al explicar el primer análisis del 22-M hecho por los consejeros. "Este Gobierno no se presentaba" a los comicios, y en consecuencia, ni se siente desestabilizado, ni va a adelantar las autonómicas, ni va a llevar a cabo reestructuraciones internas o cambio de parejas, aseguró.

Establecida esta primera linea, pasó al ataque buscando desactivar la estrategia ensayada ya por algunos dirigentes del PNV, que ligan la debacle del PSE con su futuro al frente del Gobierno Vasco. Mendia fue cauta en un primer momento y exigió a "los diferentes partidos" que hagan sus lecturas sólo en clave municipal y foral. "Es que esto es la democracia, hay diferentes fases en diferentes procesos electorales, y [la del 22-M] no es una decisión para interpretar de otra manera", advirtió. Pero pronto pondría nombres y apellidos a su crítica: "Se están oyendo voces desde el PNV" ligando ambos ámbitos, "y diré claramente que en 2007 logramos unos muy buenos resultados y no le pedimos elecciones a Ibarretxe. Hay que tener un poco de cultura democrática, aunque entiendo que al PNV se le haga difícil", remató.

calma y cautela Dibujada la respuesta ante la presión jeltzale, Mendia se centró en la pura lectura de los resultados, aunque sólo reparó en los "importantes" resultados de Bildu. "Espero que los gestionen con inteligencia" de forma que su presencia en las instituciones "contribuya a la gobernabilidad, al final del terrorismo y a la paz", apuntó.

A continuación, la portavoz del Gabinete López recuperó su perfil más institucional para atribuir a su Ejecutivo el "éxito" de que la campaña y la jornada electoral fueran "las más tranquilas" de los últimos años, y para tratar de dejar su alianza con el PP a salvo del duro revés sufrido por su partido. "El Ejecutivo tiene la firme voluntad de seguir trabajando lo que resta de legislatura porque tenemos los mismos apoyos que teníamos ayer y los mismos que tendremos mañana". "Nada ha cambiado", subrayó.