Vitoria. Cerca de las 23.00 horas, en un abarrotado recibidor del hotel Barceló Gasteiz, el presidente del PP alavés, Alfonso Alonso, que ha ejercido de maestro de ceremonias popular a lo largo de la campaña, anunció que la formación había ganado las elecciones en Vitoria y Álava. Si los comicios son una moneda al aire, al PP le salió ayer tan de cara que se podía llevar el importe de la moneda y así arrancar la perseguida recuperación económica, el mensaje central de los conservadores para estas elecciones municipales y forales. Javier Maroto será, salvo difícil sorpresa, el alcalde de Vitoria y Javier de Andrés repite una apretada victoria en las elecciones de las Juntas, por lo que tendrá que pactar para convertirse en diputado general. El representante popular confirmó que presentará candidatura. La tarea se presenta complicada.
Cuatro años después de perder el poder en las dos instituciones alavesas, el PP se ha volcado en esta campaña electoral para recuperar su fuerza en el territorio, todo un reto tras la marcha de figuras emblemáticas como Alfonso Alonso y Ramón Rabanera. Sus delfines, los Javieres -como los bautizó recientemente Soraya Sáenz de Santamaría-, han llevado la voz cantante durante estos nuevos comicios municipales y forales.
Maroto se presentaba como el candidato a batir en estas elecciones. Por encima incluso del alcalde Lazcoz. No en vano, todas las encuestas le han situado como el más votado en una institución donde la tradición no escrita es, precisamente, respetar al más respaldado en las urnas. El propio Maroto reconoció en su día que “ya sé que se habla de mí más que de otros (alcaldables), pero eso me da fuerzas para presentar mi proyecto”. El portavoz municipal del PP fue el primero en anunciarse en los cines vitorianos, el primero en exponer su propaganda en los locales vacíos repartidos por la ciudad y el primero -y más insistente- en dar a conocer sus apuestas.
El PP ha hecho hincapié en la crisis y el paro al presentarse como una “garantía” para volver a tiempos mejores. Ha presentado un parque empresarial en Betoño, un nuevo anillo verde interior, un parque infantil en la actual estación de Los Herrán, y ha hablado de aumentar el control a las ayudas sociales y de paralizar y repensar el BAI Center. Maroto, en su primera comparecencia tras conocerse el resultado electoral, valoró que los vitorianos “han confiado en nosotros para cambiar las cosas”, y que no se olvidará de que su “prioridad” son los parados que acumula Vitoria.
Pendiente de los pactos De Andrés, por su parte, confirmó que aspirará a convertirse en diputado general, a pesar de que en un primer momento el PP no lo anunció ayer como tal. El candidato popular ya fue el ganador de las anteriores elecciones a la Diputación a pesar de que la falta de acuerdo con el PSE y el entendimiento entre PNV/EA/Aralar le arrebató el palacio de la provincia. Ahora tendrá una segunda oportunidad. En el caso de De Andrés, durante la campaña quizá ha hablado menos de proyectos y más de política, aunque ha insistido en recuperar la agricultura y vincularla a la industria, en criticar la falta de inversiones en logística, en adecuar los impuestos a la crisis para impulsar a comerciantes y autónomos, en reavivar la fe en el sistema político y económico tras el desastre de “la izquierda” y, en definitiva, en devolver el protagonismo a la Diputación alavesa en las instituciones vascas y españolas. El clima en el que se ha movido ha resultado, además, más complicado, puesto que durante la campaña ha tenido que lidiar con patatas calientes como el cruce de acusaciones con su antiguo director foral de Transporte y con la irrupción de Bildu en las elecciones, eje en torno al que giran los posibles pactos para convertirse en diputado general de Álava.
En cualquier caso, los Javieres comparecieron ayer sin corbata, con vaqueros y chaqueta. El propio presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, afirmó que su partido había ganado las elecciones “de calle”. Ahora, tras una “dura” época en la oposición, puede aspirar a liderar de nuevo las instituciones alavesas. Y, por si las moscas, De Andrés mandó un aviso para navegantes: “la sociedad alavesa y la vitoriana han dicho algo con claridad. Quieren que el PP lidere sus instituciones. Que nadie se equivoque”.