vitoria. El expresidente del Gobierno español Felipe González acusó ayer al PP de "hacer más publicidad a ETA que Bildu" con su discurso contrario a la legalización, que para el mandatario del PSOE esconde la necesidad de los populares de mantener vivo el terrorismo. "¿Cuál es su propósito?, se preguntó para responderse a sí mismo. "Les aterra que se pueda acabar la violencia en esta etapa", afirmó González, quien señaló al eurodiputado Jaime Mayor Oreja como el mayor perjudicado ante un eventual fin de ETA, pues "se quedaría sin discurso".

Quince años después de abandonar el poder, González no deja indiferente a nadie. Ayer se acercó a Barakaldo para respaldar a las candidaturas del PSE y lo hizo echando mano del mensaje propio que en muchas ocasiones ha causado más daño que beneficio a los socialistas.

Ayer lamentó las críticas del PP al Tribunal Constitucional, algunos de cuyos miembros "han sido amigos del alma y los ha asesinado ETA", y recordó que todos los gobiernos de la democracia han recurrido al "diálogo, el pacto y la negociación para acabar con el terrorismo", aunque tan sólo José María Aznar llamó a ETA "Movimiento de Liberación Nacional Vasco".

Pero González no se limitó a atacar al PP en un acto al que también asistieron el candidato a diputado general de Bizkaia, José Antonio Pastor, o el consejero de Interior, Rodolfo Ares. Además de dar su visto bueno al viraje en la política económica de Zapatero, el expresidente aseguró que el lehendakari "se ha ganado el respeto de la mayoría social" vasca. "Desde hace treinta años el clima de convivencia y respeto no era tan bueno en el País Vasco", señaló.

Al ataque del político sevillano a los populares le sucedió la rotunda negativa de Patxi López con respecto a una posible extensión del acuerdo de bases, oculto por una campaña electoral en la que los socialistas han optado por relacionar al PP más con Rajoy que con Basagoiti, y a equiparar a la formación conservadora con el PNV. López criticó "los llamamientos" de los jeltzales para "la acumulación de fuerzas nacionalistas, para volver a dividirnos y a enfrentarnos a unos vascos con otros", con la "excusa" de evitar "el frente del PSE y el PP, un frente que quiero dejar radicalmente claro aquí, que ni existe ni existirá".

El líder del PSE afirmó que Euskadi "no necesita a esos que se consideran los únicos auténticos vascos, pero que la han desangrado y chupado sus energías durante tantos años, ni tampoco a los que se creen los únicos auténticos españoles y se envuelven en la bandera y vociferan, pero son incapaces de echar una mano para ayudar al país".