l Bildu. Se opone porque es un elemento que se lleva todos los recursos económicos del Ayuntamiento y no responde al modelo cultural que la formación defiende. "No sólo de ocio sino también de participación ciudadana", explica Belakortu.

l PSE. Lazcoz siempre se ha mantenido firme en su defensa del BAI Center. Afirma que cree impensable que se puedan paralizar las obras de un proyecto que creará puestos de trabajo, generará prestigio y atraerá público a la ciudad.

l PNV. Su papel es clave. Apoyó cada paso, pero puso como condición al PSE que otras instituciones aporten más fondos. Si no se devuelven los 50 millones a Ensanche 21, Gorka Urtaran adelantó que habría que ajustar el proyecto.

l UPyD. Carlos Sevillano ha sido muy claro en su oposición a un proyecto cuya financiación "no está garantizada y que endeuda a la ciudad hasta límites alarmantes". UPyD critica que el PSE haya seguido adelante pese a no haber logrado dinero de otras instituciones.

l Aralar. La formación se opone a un proyecto que considera elitista, que arroja dudas sobre su financiación, duplica o incluso triplica instalaciones, y no ha logrado consenso social ni político. Por ello, pide la paralización de las obras antes de que el daño sea "irreparable".

l PP. Javier Maroto ya ha asegurado que, si es nombrado alcalde, frenará el auditorio. El PP augura que si en las elecciones no sale elegido un alcalde del PSE, habrá mayoría en la Corporación para frenar un proyecto costoso y que ha copado el último Presupuesto municipal.

l EB. José Navas ha criticado con insistencia que este macroproyecto siga adelante contra viento y marea. Además, denuncia que el BAI Center hipotecará la ciudad, por lo que la posición más responsable es votar en su contra.