islamabad. Los islamistas fracasaron ayer, día de oración islámica, en el intento de agitar el fantasma de Osama Bin Laden con la convocatoria de protestas contra EEUU en distintos puntos de Pakistán, que contaron con un escaso apoyo popular. El principal partido religioso de Pakistán, Jamat-e-Islami (JI), llamó a sus seguidores a tomar las calles en las principales ciudades del país, entre ellas Islamabad, la cercana Rawalpindi, la oriental Lahore y la sureña Karachi.

Una de las protestas, convocada tras el rezo de media tarde en los alrededores de la Mezquita Roja de Islamabad, se disolvió sin que las decenas de fieles llegasen a entonar soflamas o a mostrar pancartas. El clérigo del templo, Abdul Aziz, se dirigió al enjambre de periodistas que se habían agolpado alrededor de la mezquita.

El maulana se mostró dispuesto a adoptar a los niños que fueron arrestados en la finca de la ciudad norteña de Abbottabad en la que se escondía Bin Laden, asesinado el pasado lunes en una operación de las fuerzas especiales de EEUU.

"Estados Unidos piensa que (Bin Laden) es un terrorista, pero nosotros no. Vivía bien en Arabia Saudí pero dejó todo eso para ir a Afganistán", comentó Aziz, quien lo describió como un "mártir".

Tras esta protesta fallida, entre 100 y 200 personas se congregaron en la vecina Rawalpindi, una manifestación pasada por agua y que contó con una gran cobertura mediática.

¡Fuera, América, fuera! y América es el enemigo y quien sea amigo de América también es nuestro enemigo fueron algunos de los lemas de esta manifestación, en la que no se pudieron ver retratos de Bin Laden.

En Abbottabad, la ciudad donde se ocultaba el jefe de Al Qaeda, los islamistas lograron reunir a unas 500 personas. Algunos canales de televisión también informaron de protestas en Karachi, la ciudad más poblada de Pakistán.

Sin embargo, fuentes policiales de otras ciudades importantes como Lahore o Quetta negaron que se registraran protestas relacionadas con la muerte del líder de Al Qaeda.