vitoria. El Grupo Internacional de Contacto (GIC) se reunió ayer con varias formaciones políticas vascas para exponerles los trabajos realizados y recabar su percepción de los partidos políticos sobre los obstáculos, dificultades y oportunidades para desarrollar un proceso de diálogo. Según ha podido saber este periódico, los integrantes de este colectivo mostraron su preocupación por el hecho de que el Gobierno español no reconozca su papel de mediación y verificación.

Desde que el mismo momento en que el mediador sudafricano Brian Currin anunció la creación del Grupo Internacional de Contacto, el Ejecutivo presidido por José Luis Rodríguez Zapatero se ha negado a reconocerlo como interlocutor, dificultando así su objetivo de intermediar como mediador en un eventual proceso de resolución y dejando colgada una de las patas de la verificación. La otra, la de ETA estaría más engrasada, ya que la relación con la izquierda abertzale ilegalizada es fluida y existe un reconocimiento mutuo y una aceptación por parte de la antigua Batasuna del papel mediador.

Precisamente, los miembros del Grupo Internacional de Contacto han mostrado estos días su preocupación por la asociación con la izquierda abertzale oficial que hace buena parte de la opinión pública, incluso en Euskadi, de este colectivo. Fuentes consultadas por este diario confirmaron que los expertos que integran el grupo de facilitadores sacaron esta cuestión en alguna de las reuniones con las formaciones políticas.

El Grupo llegó a Euskadi el jueves para, según señaló en un comunicado, "continuar con su labor de agilizar, facilitar y posibilitar el logro de la normalización política". En la nota insistía en que "ante todo" sus integrantes "quieren reiterar que están al servicio de los partidos políticos para enriquecer el diálogo, no para decirles qué tienen que hacer". Asimismo, manifestaron que "uno de los mandatos del Grupo es alentar y facilitar el diálogo".

Su llegada a Euskadi coincidió el jueves con el anuncio de que ETA "cancela" el denominado impuesto revolucionario y pone fin a la extorsión a los empresarios vascos. La banda realizó la comunicación a Confebask y al CEN navarro.