vitoria. Es lo habitual, pero en esta campaña parece que aún pesará más. Los posibles pactos postelectorales, probablemente necesarios en muchas instituciones, comienzan a centrar algunos discursos. El popular Borja Sémper, presidente del partido en Gipuzkoa, insistió ayer en una idea que ya ha defendido antes, la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el PNV que desbanque al socialista Odón Elorza.
En una entrevista radiofónica, Sémper se refirió a "los Egibar de turno que dicen que el PP y el PSE-EE tiene un acuerdo a fuego" -una tesis defendida por cierto por el PNV guipuzcoano y, más concretamente, por su candidato a la reelección como diputado general, Markel Olano- y a "los Elorzas" que dicen que los populares lo tienen con el PNV. "No, ni lo tenemos con el PSE-EE ni con el PNV. ¿Por qué no vamos a provocar una nueva Euskadi y conseguir que se dejen los bloques y las trincheras?", se preguntó.
Pero, matices a parte, la percha ofrecida por Sémper era demasiado buena y viene de perlas a los socialistas, que luchan en esta campaña con el fantasma de que su acuerdo con el PP en el Gobierno Vasco se extenderá inexorablemente a todos aquellas instituciones donde la suma de votos incline la balanza a su favor. Así que el candidato del PSE a la Diputación de Bizkaia, José Antonio Pastor, cogió el guante raudo para criticar que "quienes día tras otro nos acusan de tener pactos con la derecha para después de las próximas elecciones son los primeros que se dejan querer por el PP y que no muestran el más mínimo reparo en hablar de la posibilidad de pactar con ese partido, incluso para hacer presidente a Mariano Rajoy".