Israel y el movimiento islamista palestino Hamás buscan un alto el fuego en la franja de Gaza después de la peor escalada de violencia de los últimos dos años, en una iniciativa en la que median distintos países y organizaciones internacionales. Tras dos días de constantes ataques desde uno y otro lado, que se han saldado con 18 palestinos muertos y unos setenta heridos, ambas partes se mostraron dispuestas a dar marcha atrás y bajar las armas si el otro hace lo propio. "Si ellos dejan de disparar contra nuestras comunidades, nosotros dejaremos de disparar", declaró el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak.
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