vitoria. La Sala del 61 hará pública hoy su sentencia sobre Sortu y el voto particular que, suscrito por siete de sus 16 magistrados, es contrario a la tesis de la ilegalización, aunque ayer parte de la sentencia se filtrara en algunos medios de comunicación. Pero, conocido el fallo, la atención se ha centrado en cómo solventará la izquierda abertzale el obstáculo para estar presente en las elecciones y, más concretamente, en la coalición anunciada el fin de semana en Navarra de EA y Herritarren Garaia y su más que posible traslación a Euskadi.
Las asambleas de EA y Alternatiba se reunirán mañana para decidir si concurren juntos en una coalición que pretende sumar fuerzas "de izquierdas y abertzales", asambleas que vienen precedidas por la reunión que el pasado martes se celebró en Bilbao entre delegaciones de ambos partidos encabezadas por Pello Urizar y Oskar Matute. Una alianza abierta a independientes, declararon, que de todas formas tendrán que asumir, explicó ayer Urizar en Radio Euskadi, un código ético, "que, desde luego, deja claro su compromiso por la defensa de los derechos humanos".
Una manera de intentar blindar la incorporación de independientes de suspicacias sobre su condición de nombres limpios de la izquierda abertzale sobre la que, no obstante, la Fiscalía General tiene ya puesto su objetivo. El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumido, advirtió ayer a los partidos legales que permitan o autoricen la "infiltración" en sus listas de miembros de Batasuna de que sus candidaturas serán ilegalizadas. Hay que recordar que la última reforma jurídica impulsada por PP y PSOE permite vetar planchas concretas sin tumbar las siglas.
"Lamentablemente, esos partidos legales se encontrarán con que, si autorizan o permiten la infiltración de Batasuna dentro de sus listas, serán sus listas las que resulten ilegalizadas", aseveró el fiscal general, quien indicó que se está trabajando ya "en poner todas las trabas posibles al plan B y al plan C de Batasuna".
"Desdoblamiento operativo" La Sala del 61 del Tribunal Supremo concluye en el auto que en este caso se aprecia la misma "técnica de desdoblamiento operativo" que ha permitido ilegalizar otras marcas de la izquierda abertzale, ya que es ETA, según el auto, la que controla el proceso iniciado por el nuevo partido para mantenerse en las instituciones. El magistrado de la Sala Segunda del Supremo Joaquín Giménez manifestó a Europa Press que los estatutos de Sortu son "inatacables", pero puntualizó que el debate radica en "la credibilidad" de quienes "sostienen" a la formación.
Además, estimó que, de cara a la interposición de un recurso ante el Tribunal Constitucional, los votos particulares hacen que la sentencia de la Sala del 61 sea "más débil". Así, reconoció que la mayoría ha sido "un poco escasa", aunque no supone "una deslegitimación de la sentencia".