vitoria. El Parlamento Vasco sirvió ayer de escenario para un ensayo general de la pugna que mantendrán los partidos durante la campaña electoral en materia de modelo de Estado, una cuestión que en Euskadi siempre constituye un argumento de peso a la hora de escoger papeleta, por mucho que el 22 de mayo se dirima algo tan prosaico como la política municipal para los próximos años. No hay que olvidar, sin embargo, que también salen a oposición pública tres plazas de diputado general, tres bastiones que el PNV se resiste a abandonar y que los socialistas atacarán con todas sus fuerzas.
Propuso la disputa el PSE, autor de una moción en defensa del autogobierno ante "los mensajes catastrofistas" de "ciertos sectores de la derecha" y frente a quien, "de una manera más o menos vergonzante, defiende el abandono del marco autonómico actual para optar por otras aventuras soberanistas o independentistas", según explicó José Antonio Pastor. En ese punto intermedio ubicaba su posición el portavoz socialista, aunque en la Cámara no había representación de la FAES, y sí de un PNV al que se dirigían más directamente los dardos del PSE.
Pastor buscó el talón de aquiles de los jeltzales en esas "contradicciones internas" que les permiten negociar "con nosotros" las transferencias pendientes y reivindicar a la vez el plan Ibarretxe, que en cambio para el portavoz nacionalista resolvería "el debate pendiente para con las naciones cuya realidad debe ser reconocida". Joseba Egibar esgrimió además los papeles de Loiola para tratar de desmontar el argumentario socialista, avalados por el PSE y que abrían el futuro tanto "al autonomismo como al federalismo o al independentismo".
Ambos partidos, PNV y PSE, son los llamados a protagonizar un choque de trenes a finales de mayo, y prueba de esa bipolaridad es que ayer el PP votó a favor de una moción socialista que atacaba a su propio flanco derecho. Leopoldo Barreda justificó su respaldo al PSE apelando a la tradicional defensa popular del Estatuto de Gernika, y censurando a un nacionalismo que "desde la periferia constitucional pretende acabar con el actual modelo".
La portavoz de Aralar, Aintzane Ezenarro, reivindicó la legitimidad del plan Ibarretxe y afirmó que la postura intermedia del PSE "no es creíble" después de que "el PP les mandó callar" una vez firmado el acuerdo de bases. Gorka Maneiro, de UPyD, criticó por su parte "los feudos y baronías" que ha generado el modelo autonómico, mientras que Juanjo Agirrezabala recordó que EA nació como reacción al "nacionalismo cómodamente asentado en el autonomismo". Mikel Arana, de Ezker Batua, reclamó un estado federal de libre adhesión y recordó que destacados dirigentes socialistas como José Bono también han atacado el actual marco institucional.