vitoria. El aspirante del PSE a la Diputación de Álava, Txarli Prieto, atravesó ayer las fronteras territoriales para explicar en Bilbao las bondades de su candidatura y las razones por las que el PNV no debe reeditar su control actual en el ente foral. En referencia a los presuntos casos de corrupción que asolan a varios dirigentes imputados de este partido, Prieto afirmó que si en las próximas elecciones la ciudadanía alavesa no "castiga" a la formación jeltzale evidenciará que es una "sociedad enferma". "Hay datos sobre la mesa muy graves y se ha demostrado que se ha utilizado la política para hacer un exceso del poder y para favorecer a una serie de hombres y mujeres vinculados al PNV", "tiene que tener un coste" para ese partido, agregó.
Paradójicamente, Prieto pide a la sociedad alavesa que castigue al PNV pero desvincula este asunto de su relación de su partido con los jeltzales, de forma que no descarta negociar sobre la Diputación alavesa tras comprobar cuál es el veredicto ciudadano expresado en la elecciones forales. También en relación con los contactos entre partidos, el candidato socialista insistió en desvincular el pacto por el cambio que PSE y PP mantienen en el Parlamento Vasco de futuras sintonías de estas dos formaciones en Álava. Aseguró que "gobierne quien gobierne" la Diputación foral, el PSE "ayudará a que haya presupuestos" y respetará y acatará las decisiones de las mayorías parlamentarias.
relaciones vecinales En sus alforjas electorales, Prieto conserva la intención de eliminar la "mala relación de vecindad con Bizkaia y Gipuzkoa", aunque este ánimo no será óbice para que el aspirante socialista reclame más inversiones estratégicas para Álava. Este territorio es, a su juicio, "el último" en el reparto e intentará que no se repitan situaciones como la existencia de "expansión económica para financiar proyectos como el nuevo San Mamés" y no para otros en la geografía alavesa.
Insistió en que, "en sintonía con ese nuevo tiempo, los socialistas" ofrecen un "proyecto que preconiza el diálogo y la suma", así como "la estabilidad institucional", la complementariedad entre territorios y la cohesión del País Vasco, pero advirtió de que el PP y el PNV "no están en esa sintonía" y, por contra, agudizan "las tensiones".