París. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró ayer que el inicio de las operaciones militares contra el régimen del líder libio, Muamar Gadafi se justifica por la defensa de la población civil. El mandatario galo, que ha hecho de esta operación incierta su momento de gloria, aprovechaba además para ejercer de líder muncial cuando soporta sus horas más bajas de popularidad en su propio país tras los duros recortes sociales que ha impuesto. Eso sí, debía aparecer como in dirigente magnánimo y cumplió el papel. Dirigiéndose a Gadafi (que dice que le financió la campaña) sentenciaba: "Aún tiene tiempo para evitar lo peor".
Sarkozy señaló que el "autócrata" libio ha ignorado todos los ultimátum dados por la comunidad internacional para poner fin a la violencia contra los civiles, pero se comprometió, a pesar de lanzar una acción de guerra, a proseguir con la vía diplomática: "Todavía hay tiempo para que Gadafi atienda todas las demandas de la comunidad internacional, las puertas siguen abiertas".
"Hemos decidido ejecutar la resolución para mantener el alto el fuego inmediato y por el fin de la violencia en Libia", declaró Sarkozy. "Los participantes (en la cumbre de París) han acordado que se apliquen todos los medios necesarios, militares en particular, para poner en práctica las decisiones adoptadas por el Consejo", añadió. "Nuestras fuerzas aéreas combatirán cualquier agresión que el coronel Gadafi pretenda realizar sobre la población de Bengasi, cualquier ataque aéreo que vaya a desencadenar contra la ciudad", aseveró Sarkozy, quien confirmó que esta decisión cuenta con el consenso de todas las partes implicadas.
"El coronel Gadafi no ha hecho caso de las advertencias y ha intensificado sus letales ataques contra los rebeldes", declaró el presidente francés, quien enmarcó la ofensiva internacional contra Gadafi como un "deber" de la comunidad internacional para proteger a la población civil libia.