parís. La Cumbre de París para la aplicación de la resolución de la ONU contra Libia acordó comenzar las operaciones militares para parar a Gadafi unificando el apoyo de 18 países y 4 organizaciones internacionales bajo el paraguas diplomático de la resolución 1973 adoptada el pasado jueves por Naciones Unidas. Tras una reunión de poco más de dos horas en la capital gala, la decisión estaba tomada: los ataques empezarían en minutos. Y es que al concluir la cumbre se supo que el movimiento de aviones ya había comenzado incluso antes de que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunciara el resultado de las conversaciones.
Los participantes en la cita de París precisaron que su actuación se hará "de forma resuelta para dar pleno efecto" al mandato de la ONU e insistieron en que no dejarán "que el coronel Gadafi siga desafiando a la comunidad internacional y menospreciando a su pueblo".
Precisaron que sus contribuciones serán "diferenciadas", pero agregaron: "Estamos decididos a actuar colectivamente y de forma resuelta para dar pleno efecto" a la resolución del Consejo de Seguridad. Insistieron en su decisión de "tomar todas las acciones necesarias, incluidas las militares, que también están contempladas en la resolución 1973".
Finalmente aseguraron que ese compromiso va a ser duradero y abarcara también la etapa de la posguerra: "Continuaremos nuestra ayuda a favor de los libios para que puedan reconstruir su país, con el pleno respeto de la soberanía y de la integridad territorial de Libia", añadieron.
A nivel argumental, justifican la intervención por considerar "inaceptable" que el régimen libio haya "intensificado su violencia para imponer por la fuerza su voluntad a la del pueblo", que desde el pasado 15 de febrero "expresa pacíficamente el rechazo a sus dirigentes y su aspiración al cambio".
organigrama En el plano operativo, los asistentes a la cumbre de la capital francesa acordaron que el comandante de la Sexta Flota de los Estados Unidos en Europa, el vicealmirante Harry B. Harris Jr., será el encargado de coordinar a la coalición internacional en su intervención. Aunque cada país conservará el mando de sus tropas, él será quien coordinará las órdenes de ataque, según reconocieron fuentes españolas.
Las oleadas saldrán principalmente de las bases militares italianas que ya se preparan para la intervención en masa.