Vitoria. La posición del Gobierno español frente a la demanda de Sortu para estar presente en las próximas elecciones municipales y forales ha detonado una nueva reacción del presidente del PSE alejada de la doctrina impuesta por los socialistas en esta materia. A pesar de estar habituada a las polémicas declaraciones de su compañero de partido, sobre todo cuando el tema de debate es la resolución del conflicto vasco y el futuro de la izquierda abertzale, la familia socialista reaccionó ayer con contundencia ante la última controvertida misiva remitida por Jesús Eguiguren en la que no deja pelos en la gatera y considera que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha pecado de "falta de valentía" por "no molestar a la derecha".
Eguiguren supera así la delgada línea roja que separa su condición de "verso libre" en el seno del Partido Socialista de un ataque contra el líder y presidente del Gobierno del que aún se desconocen las posibles consecuencias. Y es que además del contenido destaca el momento en el que produce esta reacción, a poco más de dos meses de unas elecciones locales que pueden marcar los derroteros a seguir en los comicios generales donde Zapatero -o su sustituto si finalmente renuncia a la reelección- se jugarán el control de La Moncloa frente a un PP que crece en las encuestas de intención de voto.
El día concreto elegido por Eguiguren para regresar al foco mediático tampoco es baladí: la jornada en la que Sortu presentó las alegaciones ante el Tribunal Supremo para intentar esquivar el cerco impulsado desde el Gobierno a través de los recursos contra la inscripción de esta formación en el registro de partidos presentado por la Fiscalía y la Abogacía del Estado.
El presidente del PSE dejó a un lado el espíritu de la precampaña, protagonizada por el cierre de filas de cada partido en torno a un proyecto electoral común, y se embarcó en esta odisea individual desde el asiduo rotativo madrileño afín a los socialistas que emplea como altavoz. Bajo el título Pulso firme y mano tendida, el presidente de los socialistas vascos combinó la "falta de valentía" que achaca a Zapatero en materia antiterrorista con numerosas críticas al PP, primer partido de la oposición en España y socio preferente del Gabinete López en Euskadi, para denunciar su "falta de patriotismo" y la "ceguera" conjunta ante lo que ocurre en el País Vasco: "Ningún político serio puede negar que Batasuna ha optado por el adiós a las armas", escribió.
La respuesta desde Madrid no se hizo esperar y figuras de la talla de los ministros Ramón Jáuregui, Francisco Caamaño o el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, se encargaron de desactivar las críticas de su compañero de partido al presidente Zapatero. Y lo hicieron, precisamente, poniendo en valor la "valentía y la inteligencia" del secretario general del PSOE a pesar de las reiteradas andanadas de los conservadores. Bono incluso llegó a asegurar que Zapatero ha actuado de forma "más valiente" que Eguiguren.
Liderazgo del lehendakari La cascada de reacciones suscitadas por el artículo del presidente del PSE tampoco escapó al Consejo de Gobierno que, como cada semana, el Gabinete López celebró ayer en Vitoria. A su finalización, la portavoz Idoia Mendia marcaba perfil frente a las críticas de su compañero de partido y dejaba patente que "la posición del Gobierno Vasco no es la de Eguiguiren, sino la del lehendakari". Recordaba así la receta de Patxi López basada en "esperar -a que se pronuncien los tribunales- y acatar". Preguntada también por si las declaraciones de Eguiguren no favorecen el liderazgo del lehendakari y si las considera oportunas, Mendia contestó que el presidente de los socialistas vascos "es una persona que puede hacer lo que considere", dada la libertad de opinión que defienden desde la familia socialista y eludió analizar si son o no oportunas sus palabras.
Minutos después de esta intervención, la Ejecutiva del PSE remitía un comunicado en el que también marcaba distancia respecto a su presidente y detallaba que "no comparte" las críticas vertidas contra Zapatero, unas valoraciones que según la dirección de los socialistas vascos "están guiadas por la buena voluntad y por el reconocimiento global a una política antiterrorista liderada por el presidente del Gobierno".
Frente a la de arena, la Ejecutiva del PSE incluía una de cal avalando las críticas de Eguiguren hacia el PP "por su falta de patriotismo". No obstante, una vez más este punto de desencuentro con los populares pasará inadvertido para el pacto que ambos partidos ostentan en Euskadi, donde la relación es "estrecha, estable y de continua y permanente comunicación y confianza, más allá de los matices distintos", según adjetivo la portavoz del Gobierno Vasco.