madrid. Los socialistas aprobaron ayer sus listas para el 22-M en un Comité Federal en el que el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no dio pistas sobre su futuro político y se limitó a defender "la marca PSOE" y a expresar su convencimiento de que su partido sabe ganar al PP y a las encuestas.
El Comité Federal del PSOE, presidido por Rodríguez Zapatero, ratificó por "asentimiento" las candidaturas socialistas para las elecciones del 22 de mayo a la presidencia de las autonomías en las que se celebran elecciones, Ceuta y Melilla, las capitales de provincia, los municipios de más de 50.000 habitantes, las juntas generales vascas, los cabildos y los consells insulares.
Pese a que éste era el único punto del orden del día, todas las miradas estaban puestas en que Zapatero pudiera ofrecer algún indicio sobre el debate sucesorio, pero en sus veinte minutos de alocución no hizo ni la más mínima referencia a ello.
Al término de la celebración del Comité Federal, uno de los más breves de los últimos tiempos de la historia del PSOE, ningún dirigente socialista se extrañó por ello, aunque varios, como Tomás Gómez o José María Barreda, llevan semanas esperando a que Zapatero desvele cuanto antes si piensa repetir como candidato en las generales.
Aunque la mayoría de los dirigentes socialistas optaron por no hacer declaraciones sobre el futuro de Zapatero, quienes hablaron señalaron que no tocaba ese asunto. Sin embargo, algunos como las ministras Trinidad Jiménez, Leire Pajín o Carme Chacón, aprovecharon para expresar su respeto a los tiempos fijados por el presidente del Gobierno.
En el transcurso de su intervención, Zapatero puso todo su ímpetu en defender la "marca PSOE" como la abanderada de la modernización, la solidaridad y los derechos. Ante el desánimo generalizado en las filas socialistas por los negativos resultados que pronostican las encuestas, el líder del PSOE arengó a sus compañeros de partido a salir a ganar las próximas elecciones autonómicas y municipales y les ha dicho: "Sabemos ganar al PP y a las encuestas".
Para ello, pidió a todo el partido que "se ponga a punto con la máxima intensidad y toda la energía" para la convocatoria electoral, si es posible "a partir de hoy mismo". Tras ratificar su compromiso "con el Estado, la lealtad al mismo y con España", subrayó que los socialistas saben "asumir errores, escuchar y ser humildes" y son capaces de dar sentido a su acción política, que resumió en una idea: "Somos el gran proyecto social modernizador de España".
Después de insistir en que el Gobierno socialista no va a dejar de hacer ni una sola reforma necesaria para este país, ni va a esconder la cara ante ningún problema, defendió "las credenciales de un proyecto de largo alcance, pilar del desarrollo democrático, constructor y garante del Estado del bienestar".
