El Centro Legal Hisham Mubarak (HMLC) proporciona consejo y asistencia legal a las víctimas de discriminación, violación de sus derechos y tortura. Durante los 18 días de protestas en Egipto, HMLC fue el centro de coordinación del frente para defender a los manifestantes antigubernamentales. A través de su blog Frente para Defender a los Manifestantes Egipcios documentaron detalladamente los arrestos, torturas, interrogatorios cometidos contra los opositores, tanto por la Policía como por el Ejército, prestando especial atención a los primeros días de disturbios con las fuerzas de seguridad y a los posteriores enfrentamientos entre detractores del régimen y manifestantes pro Mubarak. Poseen una larga lista de nombres de heridos y muertos, y los testimonios de múltiples víctimas que acudieron al centro en busca de consejo legal. El director ejecutivo del centro, Ahmed Raghib, afirma que "todo este material será utilizado próximamente en una campaña para llevar ante la justicia al antiguo régimen".
El centro comenzó una intensa actividad desde el día 25 de enero. Uno de los primeros testimonios es el de un fotógrafo del periódico egipcio Al Dosto: "El día 26 fui detenido en una manifestación frente al sindicato de periodistas cuando me quejé a un policía que me insultaba y me maldecía", explicaba. Fue metido en una furgoneta con otras 15 personas, 9 de las cuales eran periodistas. "El vehículo se iba moviendo por la ciudad y, al cabo de unas horas, éramos 16 personas más". Una vez en la estación de Policía, los oficiales querían liberar solamente a los periodistas, "pero nosotros les avisamos de que no nos moveríamos de allí hasta que los manifestantes fueran liberados primero". Cuenta que los opositores fueron insistentemente interrogados, mientras que a los periodistas sólo se les pidió su nombre y el del medio en el que trabajaban. Finalmente, a las 00.30 horas, todos fueron liberados. "Cuando nos fuimos había allí otros 800 detenidos, la mayoría de los cuales eran menores de 20 años", afirma. "Sus familias esperaban fuera, mientras otras cuatro furgonetas llenas de detenidos llegaban a la estación".
Entre los testimonios se encuentra también el de varios heridos que tuvieron que pasar la noche en hospitales, con sus habitaciones rodeadas de oficiales de la Policía y soldados que aterrorizaban a los médicos. En el Hospital de Munira, varios agentes trataron de irrumpir en la unidad de cuidados intensivos para detener a un manifestante.
Persecuciones a opositores Aunque más silenciosas, las persecuciones a activistas prosiguieron tras el fin de los disturbios iniciales. "Siete activistas del movimiento 6 de abril que venían de juntarse con Mohammed al Baradei fueron arrestados", cuenta su abogado Ahmed Helmi, miembro del Comité por la Libertad del Sindicato de Abogados. "Cuando fui a la estación de Policía para preguntar por ellos, fui arrestado también".
El centro posee largas listas de nombres de heridos, números de placa arrebatados a los policías por los manifestantes e, incluso, las matrículas de los coches utilizados para atacarles durante los enfrentamientos entre opositores y pro Mubarak. Un joven manifestante de 15 años cuenta cómo, después de ser atrapado por supuestos defensores del régimen, sufrió una brutales palizas en la calle y en la comisaría mientras un oficial le amenazaba: "Si hablas te arrancaré los pantalones y dejaré que todos los soldados te violen uno a uno".
Entre los cargos contra los activistas y manifestantes, según el centro Hisham Mubarak, se encuentra el "incitación y difamación de la integridad del régimen establecido en la República Árabe de Egipto", "ataque a policías oficiales y resistencia mediante la fuerza cuando llevaban a cabo sus responsabilidades laborales" y "sabotaje deliberado de edificios e instalaciones públicas por razones terroristas". Ahmed Raghib opina que "tener un encuentro ahora con el Ejército y discutir con él diversos extremos legales no es un buen paso para alcanzar el cambio legal. Es mejor esperar hasta que tengamos un gobierno legítimo elegido por el pueblo, una renovación y, entonces, hacer presión sobre él".
Atacados El 3 de febrero, alrededor de las 14.30 horas, el Centro Legal Hisham Mubarak fue atacado por un grupo de oficiales y de policías militares que, tras investigar ordenadores y CD durante seis horas y acusar al centro de traición por querer destruir Egipto conspirando con extranjeros, los presentes fueron conducidos a dos dependencias militares consecutivas, en la segunda de las cuales fueron sometidos a un largo interrogatorio con los ojos vendados. Fueron liberados tres días después. El centro quedó destrozado y parte del material de oficina desapareció, por lo que se vieron obligados a trasladar sus oficinas al edificio del Sindicato de Abogados.
Raghib envió una queja al fiscal de la Policía militar, y el pasado martes fue citado por esta autoridad para el juicio correspondiente. "De momento va todo bien porque solo han preguntado por el ataque del que fuimos víctimas. Espero que en el futuro no empiecen a hacernos otro tipo de preguntas como con qué ONGs trabajamos o de dónde obtenemos los fondos, porque eso será mala señal".