madrid. La secretaria cuarta de la Mesa del Congreso, la popular Celia Villalobos, aseguró ayer que había tildado de "fascista" al presidente de la Cámara Baja, José Bono, en un sentido "absolutamente coloquial" y como sinónimo de dos palabras que, a su juicio, le definen claramente: "La prepotencia y la arrogancia". En declaraciones a los periodistas, Villalobos se refería así al insulto que en una conversación privada con compañeros de partido, entre ellos la portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, utilizó para referirse a Bono y que fue captada por las cámaras de televisión.

La diputada del PP lamentó que el Congreso de los Diputados, "la Casa de la Ley", "no respete" las conversaciones privadas y enmarcó ese comentario en el ámbito de lo privado. Es más, insistió en que utilizó ese epíteto en un sentido "absolutamente coloquial". "Lo utiliza mucha gente y el que no lo haya utilizado en un ámbito coloquial, me imagino que estará mintiendo", se justificó Villalobos. Pero la representante popular, con su insulto, había dicho justo lo que quería decir: "No es de recibo que el presidente del Congreso haya levantado la sesión de la reunión del órgano de gobierno de la Cámara Baja cuando en este caso era ella la que estaba haciendo uso de la palabra. No me parece un estilo excesivamente dialogante, sino prepotente y arrogante, que es en el sentido en que utilizo la palabra fascista", explicó.

El aludido, José Bono, no quiso valorar ayer el comentario despectivo de Villalobos.