madrid. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, anunció ayer que padece un cáncer de mama que se ha "cogido a tiempo" y "tiene buen pronóstico", pero que la alejará de la política durante "unos días". Al término de un acto público en la localidad de Torres de la Alameda, Aguirre aprovechó para dar a conocer que en una revisión ginecológica de rutina le han encontrado un "bulto" del que será operada.

La enfermedad de la presidenta madrileña, de la que será intervenida en un hospital de Madrid, era desconocida, al parecer, hasta ayer por sus colaboradores más allegados y hasta por sus compañeros en la Comunidad y en el PP, según fuentes cercanas a Aguirre. El vicepresidente regional, Ignacio González, asumió las funciones de la presidenta "igual que sucede en cualquier otra ausencia de Aguirre", según fuentes del Ejecutivo madrileño.

La secretaria general del PP, María Dolores De Cospedal, subrayó que la enfermedad de la dirigente popular madrileña no afectará "en absoluto" a su candidatura a las próximas elecciones autonómicas. Según De Cospedal, se trata de una decisión que ha de adoptar el PP madrileño, y más exactamente la propia Aguirre.

La noticia causó una honda impresión en los círculos políticos y, a lo largo de la jornada, no dejaron de llegar mensajes de ánimo para Aguirre. El rey Juan Carlos envió un mensaje a su teléfono móvil deseándole una pronta recuperación, mientras que los Príncipes españoles le llamaron por teléfono para transmitirle ánimo y apoyo. José Luis Rodríguez Zapatero también llamó a media tarde a Aguirre para interesarse por su estado de salud,"