bruselas. La página y media del informe publicado ayer por Human Right Watch sobre los derechos humanos en el mundo 2011 arranca con una mención especial al alto el fuego proclamado en septiembre pasado por "el grupo violento vasco ETA", como lo denomina esta organización independiente estadounidense, y recuerda que se produjo tras "un año de relativa inactividad y significativas detenciones bajo la continua cooperación franco-española".

Entre los acontecimientos destacados en torno a esta cuestión menciona desde la muerte de un gendarme francés cerca de París, asesinado por miembros de la organización armada, hasta la sentencia dictada en enero de 2010 por el Tribunal Supremo, que determinó que las negociaciones entre políticos vascos y miembros de Batasuna, "un partido nacionalista vasco declarado ilegal en 2003 por sus vínculos con ETA", no constituyen ningún crimen.

El documento, de más de seiscientas páginas y que abarca la situación en los cinco continentes y en más de 90 países y territorios, también hace especial hincapié en la negativa del Gobierno español a aceptar y aplicar las recomendaciones realizadas en mayo pasado por sus correligionarios del comité de derechos humanos de la ONU, en relación con la mejora de las garantías para los detenidos por terrorismo y mantenidos bajo incomunicación. No es el único caso sobre la falta de compromiso del Ejecutivo que dirige José Luis Rodríguez Zapatero. HRW también subraya que el Gobierno socialista rechazó recomendaciones similares para crear un mecanismo independiente para la resolución de quejas policiales.

El informe critica tanto a la Unión Europea como a EE.UU. y la ONU. Mantiene que sus gobiernos y dirigentes son excesivamente complacientes con los países que violan los derechos humanos y advierten de que el apoyo a una política de diálogo y cooperación es muchas veces una excusa para no hacer nada y evitar presionar a los gobiernos que abusan de los derechos humanos.