Vitoria. "Al PSE solo le interesa la denuncia de los supuestos casos de espionaje o corrupción si de ello puede sacar a algún beneficio político (...) Quien está dando cobertura a este supuesto caso de espionaje es el Partido Socialista. Dos de sus principales dirigentes, el consejero de Interior y el portavoz parlamentario, se mofan de esta situación". Con esta contundencia cargaba ayer en su blog el presidente del Euzkadi Buru Batzar del PNV, Iñigo Urkullu, ni 24 horas después de que Alfredo de Miguel, Aitor Telleria y Koldo Otxandiano atendieran diez meses después las demandas de su partido y entregaran sus carnés del PNV, hecho al que Urkullu ni siquiera alude.
Si Urkullu no alude a ello, socialistas y populares casi lo ignoraron. El paso de tres de los imputados por los supuestos delitos de corrupción y espionaje político que se investigan en el caso Miñano se amortizó pronto para PP y PSE, quienes ayer insistieron en reclamar, por un lado, que el EBB depure responsabilidades políticas que "afectan a toda la dirección del PNV alavés y muy claramente a [Iñaki] Gerenabarrena", decía el presidente del PP de Álava, Alfonso Alonso. Por otro, el portavoz socialista en el Parlamento Vasco, José Antonio Pastor, se fijó en los diez meses transcurridos desde que se inició la investigación para cuestionar el liderazgo de Urkullu dentro del PNV: "Dice muy poco de la voluntad de aclarar de verdad las cosas".
Voluntad de aclarar las cosas que el presidente del EBB tampoco ve en los socialistas a la hora de esclarecer el presunto espionaje al que habría sido sometido el lehendakari Juan José Ibarretxe, así como su Gobierno, por un exfuncionario de Interior que, según dijo ante el juez instructor del caso Miñano, pasó informaciones al CNI, tal y como público este periódico. El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, registrará hoy una solicitud en la Cámara para que el director general del CNI aclare este asunto ante la Comisión de Secretos Oficiales.
Pero Urkullu subrayaba ayer, respondiendo a quienes desde el PSE le han acusado de utilizar este asunto como una cortina de humo, la actitud de los socialistas: "Ni una sola palabra de condena, inquietud o preocupación porque se haya podido espiar a un lehendakari del Gobierno Vasco o al PNV". "Al PSE solo le interesa la denuncia de los supuestos casos de espionaje o corrupción si de ello puede sacar a algún beneficio político", continúa, para preguntarse a continuación: "¿Conocían el sumario. Conocían el supuesto caso de espionaje al lehendakari Ibarretxe y al PNV y trataron de ocultarlo? Hay dos maneras de mentir. No decir la verdad o decir solamente una parte de la verdad, porque la verdad con mayúsculas no sirve a sus objetivos políticos".
Interpeló al consejero de Interior, Rodolfo Ares, "como miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE que tiene la responsabilidad de Gobierno del Estado ¿entendería la necesidad de que las altas instancias del Estado abrieran una investigación interna y ofrecieran alguna explicación?". "Y mientras, el lehendakari y barón autonómico del PSOE calla", concluyó.