GASTEIZ. La viuda de García Goena, asesinado por los GAL el 24 de julio de 1987, ha anunciado su intención de pedir que se reabra el sumario después de que se informara de que un fotógrafo identificado como Patxi A. utilizaba su estudio de Hendaia -Photo Galaxie- para colaborar con los GAL, marcando objetivos.

Entre ellos, pudo haber dado información de José Ramón López, contra el que hubo un atentado frustrado en 1984, y facilitó a los GAL una foto familiar de García Goena con su mujer y su hija hecha en el estudio de HendaIa.

Aunque el asesinato se produjo en 1987, la familia del fallecido considera que este asesinato no ha prescrito, por que aunque el antiguo Código Penal establece un límite de 20 años para que prescriban los asesinatos terroristas, el sumario sobre la muerte de García Goena no se cerró provisionalmente hasta septiembre de 2001.

La directora de la oficina vasca de Atención a las Víctimas del Terrorismo ha destacado en declaraciones a Efe que "es una obligación de todos los poderes públicos llevar a cabo cuantas iniciativas estén a su alcance en el marco de la ley para hacer realidad los derechos de todas las víctimas del terrorismo, en este caso el derecho a la verdad y la justicia".

Maixabel Lasa ha recordado que la Ley vasca de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Terrorismo recoge que el derecho a la verdad es "un aspecto esencial para aliviar el sufrimiento de las víctimas".

Para ese conocimiento de la verdad, la ley precisa que las víctimas tienen derecho a "tener un conocimiento pleno y completo de los actos que se produjeron, las personas que participaron en ellos y las circunstancias específicas de las violaciones perpetradas y su motivación".

Para Lasa, la legislación reconoce también el derecho de las víctimas a la Justicia, "lo que supone la necesidad de establecer públicamente el reproche penal que corresponde al responsable de un acto terrorista".

Lasa repasa todos estos argumentos legales para apoyar la pretensión de Laura Martín de que se reabra este sumario, al haberse conocido nuevos datos que permitirían a su juicio sentar en el banquillo de los acusados a los presuntos asesinos de su marido.