BILBAO. El presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, ha afirmado que el denominado 'caso Miñano', por el que se investiga el presunto espionaje a cargos públicos en Araba, además de ser un proceso judicial, supone "un juego político para algunos", y ha denunciado la intención de "ensuciar la imagen" y de "buscar la división" en su formación.

En una entrevista a Euskadi Irratia, el dirigente jeltzale, que ha señalado que los implicados en el caso no han entregado el carnet a la dirección del partido, a pesar de que se les solicitó que lo hicieran "hace unos seis o siete meses", ha destacado que "ser miembro del partido debería llevar consigo un compromiso de ayudar al partido".

En este sentido, ha preguntado a los miembros del PNV relacionados con este caso de supuesto espionaje político "si no se dieron cuenta desde el principio de que otros partidos iban a tratar de sacar provecho de esto y si no hubiera sido más sensato desde el principio liberar al partido de este problema y de esta disputa, teniendo en cuenta que el partido no tiene nada que ver".

Asimismo, ha asegurado que, teniendo en cuenta "el momento en el que aparece y el contexto político en el que estamos", el denominado 'caso Miñano' "es un medio para dañar al partido", y ha calificado de "malignas" las declaraciones de el secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzabal, en las que afirmaba que la Ertzaintza se dedicada a espiar a dirigentes populares en lugar de "detener a terroristas".

"Uno de los objetivos es buscar la división dentro del PNV, y por otro lado, se pretende ensuciar la imagen del partido. Pero, aunque PSE y PP digan esas cosas, los ciudadanos ya saben qué ha sido el PNV históricamente, qué es hoy en día y qué es lo que tiene que ser. A los candidatos que van a ser la cara del partido ya les solicité transparencia e integridad, porque, al fin y al cabo, esa es la principal identidad y símbolo del PNV", ha destacado.