Bilbao. Integración en la democracia de quienes han mantenido posiciones totalitarias y renuncia a que una mitad de la sociedad vasca venza a la otra. Estas fueron dos de las ideas básicas que exgrimió ayer el lehendakari López en un encuentro con sus altos cargos para hacer balance de lo que ha sido si gestió´n al frente del Gabinete y analizar los objetivos del Ejecutivo vasco de cara al presente año.

Patxi López centró buena parte de su intervención en contextualizar la situación generada por el comunicado emitido por ETA el pasado lunes y la pretensión de la izquierda abertzale tradicional de concurrir con una marca propia legal a las elecciones municipales y forales del próximo año. Aunque el lehendakari insistió en la necesidad de "mantener la firmeza y la unidad de los partidos democráticos", de sus palabras se puede desprender un cambio de estilo en lo que ha mantenido el Ejecutivo vasco en las últimas fechas, un giro que se visualizó 48 horas después de que el lider de los socialistas vascos almorzara en la Moncloa con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

López se refirió a los pasos dados por la izquierda abertzale oficial, a quien recordó que hay unos límites que no se pueden sobrepasar. No obstante, el lehendakari mostró su esperanza en que avancen en esos pasos, "rompan con la violencia integrándose plenamente en el sistema democrático".

Lejos de los duros pronunciamientos realizados la víspera por el ministro de Justicia del Gobierno español, López abogó por "hacer posible la integración en el sistema democrático de los colectivos que hasta la actualidad han mantenido posiciones totalitarias cercanas a la violencia". Eso sí, dejó en manos de estos sectores la responsabilidad de "cambiar y hacer lo que tienen que hacer".

Unas declaraciones que ciertamente contradicen en cierta medida las manifestaciones realizadas por es responsable de Justicia, Francisco Caamaño, y el fiscal general del Estado, Conde Pumpido, quienes en los días precedentes aseguraron que a la izquierda abertzale sólo le queda un camino para poder estar en las elecciones, condenar a ETA o apartarse de las directrices de la organización armada. Si por las declaraciones de Caamaño y Conde Pumpido se antojaba que la izquierda abertzale oficial no iban a estar en las elecciones, las palabras de López dejan abiertos algunos resquicios para la presencia de este sector político en las urnas.

Otro dato que avala la percepción de una nueva sintonía en las palabras de López es que, lejos de lo que ha reclamado por activa y por pasiva el PP, su socio preferente en Lakua, el lehendakari abogó por una sociedad en la que no haya vencedores ni vencidos. "Tenemos que renunciar todos a que una mitad de la sociedad vasca venza a la otra mitad", aseguró el inquilino de Ajuria Enea, quien reconoció a Euskadi como una sociedad plural, con una ciudadanía con identidades diferentes, por lo que, en su opinión, es necesario "aprender a respetar las diferencias del otro, reconociéndonos todos iguales en los derechos".

dureza de basagoiti Si en las declaraciones de López se apreciaba diferencias sustanciales con intervenciones precedentes, quien no ha cambiado un ápice en su discurso es el presidente del PP en la CAV, Antonio Basagoiti, quien, en una entrevista concedida a Radio Popular, pedía tanto a Patxi López como Pérez Rubalcaba que continúen siendo muy exigentes con la izquierda abertzale. Para el líder de los populares vascos, la obligación del PSE y del PP es "seguir siendo exigentes, seguir avanzando, sin volver a esquemas del pasado".

Según Basagoiti, su negativa a que la izquierda abertzale oficial esté presente en las comicios no está motivada por un simple cálculo electoral, puesto que aunque reconoció que la presencia en las urnas de este sector político supondría un cambio del panorama político e institucional, el dirigente popular considera que este cambio no tiene porque afectar negativamente a su partido. "Igual yo puedo ser como el PP de Galicia y ganar las elecciones", manifestó.

Basagoiti se refirió también al acto que van a celebrar mañana en Gasteiz la izquierda abertzale oficial, Eusko Alkartasuna y Alternatiba y pidió a estas dos formaciones que exijan a los primeros que "presenten las armas de ETA en lugar de papeles y estatutos". Y es que el opnión del dirigente popular, la formación liderada por Pello Urizar "está haciendo un papelón terrorífico al echar una mano a aquellos que sólo entienden cuando se les echa una mano al cuello".

Mucho más contundente que Basagoiti se mostró quien fuera su presidente en el PP y en el Gobierno español, José María Aznar, que ayer se alineó con las tesis de su exministro del Interior, Jaime Mayotr Oreja, al asegurar que "no hay una ETA buena o una ETA mala, ni una Batasuna buena y otra mala. No hay más que una y lo que les interesa es sentarse en las instituciones, cobrar dinero de nuestros impuestos y amargarnos la vida".

El portavoz de la presidencia de EB, Serafín Llamas, reivindicó la creación de una mesa de partidos, "incluida la izquierda abertzale". Llamas, que manifestó que PNV y PSOE quieren monopolizar el proceso de paz, incidió en la necesidad de una diálogo democrático "inclusivo y no exclusivo".