Bilbao. Nueve días después de la publicación de la entrevista realizada por DEIA-Grupo Noticias al colectivo de reclusos denominado Presos comprometidos con el Irreversible Proceso de Paz, este diario reproduce dos preguntas incluidas en el cuestionario remitido a los presos, que por problemas de comunicación con los internos en la cárcel de Langraitz, su respuesta no se reprodujo de forma íntegra en la entrevista que este periódico publicó el pasado día 20.
¿Se podían haber dado antes esos pasos de la izquierda abertzale?
Siguiendo con el ejemplo irlandés, después de años de contactos, Alec Reig decía que cuando llegaron a un acuerdo tuvo el convencimiento de que eso mismo hubiera sido posible muchos años antes. En nuestro caso será aún más evidente. No es momento de pasar facturas por los errores cometidos, pero tampoco podemos olvidarlos y hacer como si no hubieran existido, cuando se corre el riesgo de repetirlos. Txomin en las negociaciones de Argel, antes de su fallecimiento, reiteraba una y otra vez que era el momento de negociar con el Gobierno español. Decía estar convencido de que si no sabíamos aprovechar aquella coyuntura, alargar el conflicto nos llevaría a una situación desastrosa. ¿Acertó? Que cada militante de ETA saque sus conclusiones.
Sin ninguna duda, tendrían presiones entre los compañeros. ¿Qué reproches han utilizado con ustedes?
Entre los compañeros conocemos a muchos que piensan como nosotros, sobre todo los que conocieron desde dentro lo que fue ETA. Esos nos respetan. Otros nos criticarán como están criticando ahora a los dirigentes de Batasuna por decir que rechazan la violencia o por dar su opinión, estando presos, en la prensa española al margen de lo establecido en el Colectivo. A nosotros nos reprochaban que dijéramos claramente que la lucha armada se tenía que terminar, que solicitáramos algunos de los derechos que como presos nos corresponden, que planteáramos el tema de las víctimas. O sea, lo mismo, exactamente lo mismo, que ahora se recoge punto por punto en el Acuerdo de Gernika y que tanto Batasuna como Etxerat han firmado y planteado como algo histórico.