madrid. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó ayer de "socialdemócrata y progresista" su política social incluso en época de crisis, frente a las críticas del PP, que aprovechó la última sesión de control al Gobierno del año para recriminarle los recortes sociales del año.

El líder del PP, Mariano Rajoy, y su portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, alinearon sus intervenciones para acusar al Gobierno de ser "el más antisocial" de la democracia y exigirle aclarar si habrá más recortes, pregunta que quedó sin respuesta.

Los encargados de responderles fueron Zapatero y el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, quienes volvieron a esgrimir el incremento del gasto social en un 40% desde 2004 para rebatir los ataques de los populares. En opinión del jefe del Ejecutivo, la seña de identidad del Gobierno socialista es que en época de bonanza impulsa "grandes avances" y que, en etapas de "dura crisis económica, austeridad y ajuste".

Sin embargo, para Rajoy, la política del Gobierno se caracteriza por "improvisar mucho, carecer de un plan y pensar única y exclusivamente en el corto plazo", generando desconfianza dentro y fuera del país. Tras recordar que se ha duplicado el número de parados durante su mandato, acusó a Zapatero de haber gobernado "por sorpresa, usando y abusando del decreto-ley" y presentando un nuevo paquete de medidas "cada dos o tres meses" para afrontar la crisis. En ese contexto preguntó al presidente si tiene previsto hacer más recortes, en qué van a consistir y cuándo: "es el mínimo derecho que tienen los ciudadanos", le advirtió.

Zapatero por su parte no respondió a esa pregunta y echó mano de los "avances sustanciales" que ha registrado el Estado del bienestar desde 2004: "Con ustedes no se puede discutir de política social, sencillamente porque no la hubo en los ocho años de gobierno del PP", le dijo a Rajoy.