Vitoria/Donostia. A la espera de ver si mañana se consuma la ruptura del gobierno PNV-EA de la Diputación alavesa, merced a la anunciada oposición de Eusko Alkartasuna a la política fiscal del Gabinete de Xabier Agirre, los aún socios del Ejecutivo protagonizaron ayer un encontronazo dialéctico que deja a las claras que el divorcio es un hecho, situando en el eje de la polémica a las militancias de cada formación.
Si el diputado general, Xabier Agirre, abundaba en Radio Euskadi sobre su convencimiento de que hay personas en EA que consideran "un error político" su salida de la Diputación -que Agirre considera una decisión ya tomada-; horas después, el coordinador de EA en Álava, Fernando Velasco, replicaba mediante un comunicado a Agirre que conoce a "mucha gente del PNV que no está de acuerdo con los pactos con el PSE, a espaldas de Eusko Alkartasuna", instando al diputado general a responder a la propuesta fiscal realizada por la formación abertzale.
Un tira y afloja en el que terció ayer también el grupo de la izquierda abertzale en las Juntas alavesas, para sostener que "la dependencia del PNV al PSE de Txarli Prieto pone en evidencia que no existe un gobierno de concentración abertzale en la Diputación de Araba".
No es un acuerdo electoral Por otra parte, la izquierda abertzale tradicional y EA dieron ayer un "nuevo paso" en el camino que emprendieron con la firma del acuerdo Lortu arte el 20 de junio en el Euskalduna de Bilbao. Además de reafirmarse en aquel documento, que recoge las bases para la construcción de un Estado vasco "progresista" a través de vías exclusivamente políticas y pacíficas, representantes guipuzcoanos de estas dos sensibilidades políticas presentaron un decálogo con propuestas para lograr "el cambio político y social" que, a su entender, necesita este territorio. Una oferta, cuyo contenido podría confundirse con los ejes del programa electoral de estas dos fuerzas políticas, pero sus impulsores volvieron a negar la mayor e insistieron en que cada uno concurrirá con sus propias siglas a los próximos comicios de mayo.
Miembros de la izquierda abertzale tradicional y EA, ayer. Foto: r. plaza