lisboa. La OTAN aprobó ayer el esquema de la salida progresiva de las tropas internacionales de Afganistán, que comenzará en la primavera de 2011 con el objetivo de concluirla a finales de 2014, anunció el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen.
La decisión fue adoptada en la cumbre que ayer reunió en Lisboa a los 28 países de la OTAN y a otras 20 naciones que tienen tropas desplegadas en el país asiático dentro de la misión de ISAF.
El objetivo final del proceso de transición que fue aprobado es que las autoridades afganas puedan asumir la responsabilidad de la seguridad de su país a finales de 2014, aunque después de esa fecha mantendrán tropas de la Alianza en Afganistán con otras funciones de apoyo.
Para completar el proceso de transición lanzado ayer tendrán que darse una serie de condiciones que permitan transferir la responsabilidades de seguridad a las tropas locales, por lo que "la misión de entrenamiento de las fuerzas afganas es crucial", señaló el secretario general, que anunció que varios países comunicaron su disposición a enviar instructores al país asiático.
El proceso de traspaso se realizará "a partir del comienzo de 2011" y se hará progresivamente en algunos distritos y provincias, agregó Rasmussen.
nueva fase Afganistán entra en "una nueva fase", afirmó el secretario general, que advirtió "a los talibanes u otros grupos" que la transición trazada hoy no significa que la OTAN abandona ese país". "Olvídenlo. Estaremos hasta concluir la labor", agregó el dirigente aliado, que recalcó que "no dejaremos un vacío de poder que pueda ser aprovechado por otros".
El documento aprobado en la cumbre señala el compromiso para "ayudar a establecer las condiciones para una transición irreversible de la plena responsabilidad de la seguridad a las autoridades afganas".
Señala asimismo que ese proceso comenzará "a comienzos de 2011" en algunos distritos y provincias siguiendo una evaluación conjunta de la OTAN, los dirigentes afganos y la ISAF (Fuerza de Asistencia a la Seguridad) sobre la que se decidirá que provincias se transfieren. "Reafirmamos nuestro apoyo al objetivo del presidente afgano, Hamid Karzai, para que las Fuerzas Afganas de Seguridad puedan dirigir y llevar a cabo las operaciones de seguridad en todas las provincias afganas al final de 2014", agrega el documento.
Señala asimismo el compromiso de establecer una cooperación a largo plazo con el país asiático y el apoyo "a los esfuerzos para reconciliar y reintegrar a aquellos miembros de la insurgencia que renuncien a la violencia, que corten sus vínculos con los terroristas y acepten la constitución afgana".
Rasmussen insistió en la rueda de prensa posterior a la reunión en que la fecha de 2014 fijada como horizonte para concluir el traspaso de las operaciones de combate a los afganos no supone la retirada de todas las fuerzas internacionales, aunque las que permanecerán allí lo harán con otras funciones de apoyo.
el compromiso de españa El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, garantizó ayer en Lisboa ante los países aliados reunidos en la cumbre de la OTAN que el compromiso de España en Afganistán es "firme" y se va a mantener.
Zapatero intervino en la sesión plenaria en la que se acordó transferir entre 2011 y 2014 el control de la seguridad a manos afganas, lo que permitirá una retirada progresiva de las tropas internacionales.
Según informaron fuentes de la delegación española, ya que la reunión tuvo lugar a puerta cerrada, el jefe del Ejecutivo consideró que hay que intentar respetar los plazos fijados, pero subrayó que es necesario garantizar que se cumplen los objetivos por los que las tropas han estado desplegadas en el país durante diez años.
Afganistán, destacó, "es uno de los centros de riesgo para la seguridad colectiva".
Apostó además por "desterrar la leyenda" que dice que en Afganistán no puede haber cambios, ni democracia ni un Estado de derecho y consideró posible hacerlo con el trabajo y la ayuda de la comunidad internacional.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy por su parte, se refirió a Irán como el principal peligro de la OTAN.