SABEN que los mítines aburren a las moscas. Por eso lo mismo recurren a un concierto que a disfrazarse de Mr. Spock. Lo que sea con tal de que su mensaje cale. Rivales en la arena política, Andoni Ortuzar, Alfonso Gil e Iñaki Oyarzábal desvelaron la semana pasada, juntos pero no revueltos -al menos, de momento-, sus recetas para cocinar una campaña electoral. Hizo las veces de confesionario la Alhóndiga de Bilbao, donde se dieron cita estos tres representantes del PNV, PSE y PP, convocados por telepolitika-Forum.

Los 10 MANDAMIENTOS DE Ortuzar

Costureros con la "galleta" del PNV como garantía para ganar

Su partido, dice, no es "clerical" y se remite a los hechos. "Hemos posibilitado la reforma de la ley del aborto, cosa que ha disgustado mucho a la Iglesia oficial". Sin embargo, el presidente del BBB del PNV, Andoni Ortuzar, echa mano de los diez mandamientos para explicar las claves de una buena campaña. El primero, actuar con tiempo. "No nos gusta situar la campaña en los quince días previos, pero tampoco estar cuatro años en campaña", señala y cifra en un año el tiempo óptimo "para trabajar las elecciones" y tomar el pulso a la sociedad. "Es necesario estar en la calle y poner la oreja para saber qué necesita la gente, de qué se queja".

Y lo de poner la oreja debe de ser literal, porque en su día no dudaron en enfundarse las de Mr. Spock para respaldar al entonces demonizado Juan José Ibarretxe. "Podíamos haber escondido al candidato y habernos refugiado en la sigla, pero hicimos justo lo contrario, la campaña más personalista y presidencialista que hayamos hecho nunca". Tras barajar varias opciones, decidieron disfrazarse como los personajes de Star Trek. "Pensamos: ¿Por qué se ríen con Ibarretxe? Porque se parece a Mr. Spock. Pues vamos a sacarle partido".

Y en ésas llegó Ibarretxe, "sabiendo sólo un 10% de lo que iba a pasar, porque no teníamos la garantía de que alguno de su entorno dijera: Cómo vais a meter al lehendakari en este tema". Con corbata -luego iba a la ópera- "adaptó su intervención sobre la marcha al tema de las galaxias y las madres nodrizas" y resultó ser un éxito. "Fue un sorpresón el reflejo que tuvimos en prensa. No hubo ningún acto sesudamente pensado que nos diera la primera página en El País dominical que no fuera ése", reconoce Ortuzar.

Al cocido de campaña tampoco le puede faltar una pizca de innovación, que, según el PNV, tiene que "empezar por uno mismo". Por eso, la formación jeltzale ha reunido a sus cargos en la Alhóndiga o el Teatro Campos "para darles la idea de que lo clásico se puede renovar".

Para optar a las estrellas michelín municipales y forales también es preciso contar con un buen equipo y unos candidatos formados porque "le puedes hacer a un cabeza de lista un discurso muy bonito, pero como no lo entienda o no lo domine es muy difícil que cale", advierte el presidente del BBB, para quien también es primordial "tener un objetivo". En su caso, sumar más respaldos que PSE y PP "porque si no, nos van a hacer lo que nos hicieron en Ajuria Enea".

Definir las prioridades de cara a las elecciones -"tienes que elegir lo que quieres transmitir, no puedes comunicarlo todo de una manera plana"- es otra de sus premisas, sin olvidar la importancia de "tener claro cuál es el proyecto". Algo para lo que el PNV machacará en su mortero la "experiencia acumulada" de los actuales cargos, la visión de los que les tomarán el relevo y la del propio partido.

Consciente de que "todos nos volvemos locos en campaña y queremos hacer de todo", Ortuzar advierte de que "todo se traduce en dinero". "Hemos llegado al paroxismo de que en un pueblo nos decían que si no hacíamos unos costureros con la galleta del PNV, íbamos a perder las elecciones. Si das sólo los caramelos, al final no te coge nadie. Entonces tienes que hacer un montón de estupideces, pero que cuestan muchísimo dinero y si no hay nadie que ponga un poquito de orden, una campaña electoral puede acabar con un partido político".

Los "secretos" del PP y el PSE

Vídeos cañeros pululando por Internet y redes sociales

También el secretario de Organización del PSE, Alfonso Gil, desvela el secreto de su guiso. Tras reconocer que "los partidos tradicionalmente cometemos el error de intentar disfrazar la realidad", aconseja verter en la marmita electoral "un análisis ajustado del entorno", un mensaje "claro, brillante y que funcione" y redes sociales para interactuar con los ciudadanos. "Hacer una campaña de laboratorio no nos llevará más que al fracaso, la gente quiere participar", subraya.

Con él comparte Iñaki Oyarzábal, secretario general del PP vasco, el ingrediente de las redes sociales para poder llegar "a los ciudadanos en una tierra donde sigue habiendo miedo a significarse políticamente". Convencido de que "los mítines eran un coñazo", recuerda cómo, tras las tensiones creadas por la marcha de María San Gil, su partido "introdujo la música en los actos públicos" para presentarse ante los ciudadanos "con optimismo y ganas de participar". También, desvela, colgaron "vídeos cañeros de Nuevas Generaciones para que pululasen por la red. Como fueron polémicos, muchos medios se hicieron eco y nos ahorramos lo que cuesta colocar esos vídeos en televisión", se sincera.

La cuenta de la vieja

Para pescar votos en muchos caladeros no hay que "mojarse"

No tienen, por su profesión, fama de sinceros, pero Ortuzar se despoja del corsé político y se tira a la piscina. Sin miedo a las aguadillas, admite que los partidos moderan su discurso en campaña para no ahuyentar a los indecisos. "Nuestra tentación es cierta indefinición porque así pescamos en todos los caladeros posibles. El PP se suaviza y se hace de centro, el Partido Socialista dice que nunca va a pactar con no sé quién y nosotros no damos tanto miedo y no sacamos el derecho a decidir todas las mañanas. Hay una gran bolsa de votos templada y si defines demasiado tu posición, la pones en riesgo", reconoce. Anteponiéndose a quien pudiera acusarle de "cínico", argumenta que "la gente te manda mensajes y si nosotros hiciéramos sólo lo que nosotros pensamos, no estaríamos creyendo en la participación".

Un "mea culpa" colectivo

Cansados del ruido político o cabreados, pero los vascos votan

Reina en la calle la sensación de que es oír a un político y, en el mejor de los casos, echarse a bostezar. Puesto sobre la mesa este desinterés ciudadano por sus representantes, el presidente del BBB del PNV lo considera un cliché. "En Euskadi no creo que haya desafección a la política, puede haber un poquito de cansancio por el ruido político, pero luego los índices de participación en las elecciones y de interactuación que tenemos en las redes sociales son tremendos. O sea que interés hay, no sé si hay cabreo, pero el cabreo no es desafección, es crítica y es una forma de participación".

A través de sus gafas, el secretario general del PP vasco también vislumbra que los políticos tienen un problema. "La imagen que tienen de nosotros es preocupante. Claro, como estamos todo el día sacudiéndonos y ocupándonos de asuntos que muchas veces no le interesan a nadie", entona un mea culpa colectivo Oyarzábal, quien insistió en que Internet es "la herramienta más eficaz para conocer qué opinan los ciudadanos, aunque muchas veces los más activos en la red son los sectores más radicales y con esos hay que tener cuidado".

Convencido de que "si la gente no percibe que le escuchamos, acabará pasando de nosotros", el secretario de organización del PSE revela sus peores augurios. "Si la gente se empieza a desafectar, acabará no yendo a votar. Los partidos políticos tenemos que evolucionar, interactuar con la gente. Los que no hagan ese análisis acabarán siendo elementos anacrónicos", vaticina. Sólo el tiempo le dará o quitará la razón al dirigente socialista.