barcelona. El candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, expresó ayer su temor a que un exceso de optimismo en el seno de su formación ante la alta expectativa de voto que le auguran todas las encuestas puede llevarle a la "derrota". "Si nos creemos las encuestas, que dicen que estamos rozando la mayoría absoluta, acabaremos rozando la derrota. Nuestro principal adversario en este momento es hacer demasiado caso a las encuestas", afirmó Mas en un desayuno-coloquio del Fórum Europa. Antes de que en la medianoche de ayer arrancara la campaña de las elecciones del 28 de noviembre al Parlament, Mas, acompañado por el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, lanzó un mensaje de cautela a los suyos para que no se confíen ni piensen que tienen la victoria garantizada.

El hecho de que todas las encuestas le "sonrían" es, en su opinión, "más un problema que una ventaja", porque existe "más riesgo de que haya un cierta relajación" en sus filas. "En esta campaña me tengo que enfrentar más contra las encuestas que contra nuestros adversarios políticos", aseguró Mas, que ve la mayoría absoluta "fuera del alcance de CiU", a pesar de que varios sondeos le conceden una cifra de escaños cercana a los 68.

Mas explicó que en estos comicios espera recabar el voto no sólo de su electorado "tradicional", sino también de "gente que no ha votado antes a CiU o que dejó de votarla o que se quedó en casa pero que ven a CiU como la opción del cambio". En cuanto al debate cara a cara con el candidato del PSC a la reelección como, José Montilla, Mas cree que "no se hará" porque está a punto de empezar la campaña y todavía no se ha podido programar.