Vitoria. El periodo más oscuro de la lucha antiterrorista, marcado por la actuación de los GAL y el uso indebido de los fondos reservados, está ligado a las presidencias de Felipe González, a quien muchos apuntan como el señor X detrás de la guerra sucia contra ETA, lo que, por otro lado, nunca se pudo demostrar en los tribunales. El propio González volvió a sacar ayer a la palestra esta ominosa etapa al desvelar que, en un momento concreto, a finales de la década de los 80, tuvo la oportunidad de "liquidar a toda la cúpula de ETA". Literalmente, de ordenar "volarlos a todos juntos en la casa en la que se iba a reunir", en el sur de Francia, después de que se detectara el lugar y el día en que se iba a celebrar dicho encuentro. Porque la posibilidad de su arresto "era cero" y en aquella época el Estado francés no colaboraba como ahora en la lucha contra la banda. Finalmente, decidió no dar la orden.
Pero, tanto o más llamativo que esta revelación es el hecho de que el ex presidente del Gobierno español exprese sus dudas respecto a si hizo bien o no. "Todavía no sé si hice lo correcto", asegura en una amplia entrevista publicada por El País. Es más, confiesa que la decisión de acabar o no con los dirigentes de ETA de aquella época, "antes de la caída de Bidart", no dependió de una cuestión moral. "No te estoy planteando el problema de que yo nunca lo haría por razones morales. No, no es verdad", traslada a su interlocutor.
Por todo ello, Felipe González asegura que "una de las cosas que me torturó durante las 24 horas siguientes fue cuántos asesinatos de personas inocentes podría haber ahorrado en los próximos cuatro o cinco años". Las reacciones a estas afirmaciones no se hicieron esperar y el vicesecretario general de Comunicación del PP, Esteban González Pons, aseguró ayer que Felipe González se ha situado "en la X del GAL, porque si la decisión de matar o no matar en Francia la tomaba el presidente, sabemos lo que decidió una vez, pero no si otras veces tomó una decisión distinta". González Pons agregó que el ex presidente español "está reconociendo que esa decisión llegó hasta la mesa de su despacho y tendrá que aclarar quién le hizo esa propuesta".
El portavoz del Grupo Popular en el Parlamento europeo y ex ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, criticó a su vez que algunos gobernantes "pasen de asesinar a negociar" con los terroristas. "Aunque enfrente tenga a los terroristas, un gobernante que tiene principios y convicciones no los puede matar", valoró, porque "hay que aplicar el Estado de la ley contra esa organización, pero no matarlos ni asesinarlos". El presidente del BBB del PNV, Andoni Ortuzar, opinó que el hecho de que González "haya tenido simplemente la duda de si matar o no a una o varias personas habla muy mal de un presidente de un gobierno democrático".
Secuestro En la entrevista publicada ayer, el histórico dirigente socialista se refiere también a los GAL y asegura, respecto al secuestro de Segundo Marey, que "lo salva la orden de Pepe Barrionuevo para que lo suelten cuando se entera de que está detenido". Sobre la implicación de Barrionuevo y Rafael Vera en dicho secuestro, por la que fueron condenados, dice que "todavía hoy no se puede contar eso". González también considera al general Galindo inocente "de la mayor parte de lo que le acusaron y por lo que le condenaron".