vitoria. La etapa iniciada por Ramón Rabanera, una vez abandonada la Diputación Foral de Álava, le llevó hasta el Senado. Una institución donde, según confiesa, los políticos han dejado atrás la ambición por evolucionar en sus trayectorias profesionales pero donde se trabaja "más de lo que se cree". En la Cámara Alta comparte momentos presentes y pasados con el presidente de la institución, Javier Rojo, antiguo adversario en el territorio alavés.
Tras años de rivalidad política en Álava, vuelve a compartir institución con Javier Rojo en el Senado. ¿Comparten también "batallitas"?
Javier Rojo siempre dice una frase que a mí me hace mucha gracia: "A ti te hizo diputado general Zapatero". Recuerdo una reunión con Javier Rojo en mi despacho en la que él seguía sin dar el brazo a torcer y salió Zapatero en televisión diciendo que yo iba a ser diputado general. Creo que Javier no tenía en ese momento esa información. El caso es que él fue al Senado y Zapatero le nombró candidato a presidir esta institución, pero el PP tenía el apoyo de CiU para conseguir la Presidencia, aunque finalmente no recuerdo por qué razón no se completó este acuerdo. Total, que salió presidente del Senado, de forma sorprendente, Javier Rojo. Es decir, que yo salí gracias a Zapatero y él gracias a Rajoy.
¿Cambia impresiones con Iñaki Anasagasti sobre la monarquía?
(Se ríe) Iñaki tiene una verdadera obsesión con eso, pero no creas, le saca mucho rendimiento. Por lo demás es una persona muy agradable y amable.
¿Cómo es ese tránsito de la agenda alocada de un diputado general al cambio de ritmo en el Senado, una institución con fama de ser tranquila? ¿Ha llegado a aburrirse?
El que gestiona y recauda dinero es el que manda. El Senado es una cámara que no está como debería estar. La gente que está no tiene la ambición que se tiene en otras instituciones, aunque se trabaja más de lo que se cree.
Rojo al frente del Senado, Ramón Jáuregui nuevo ministro... ¿Álava está de moda en la política española?
Eso parece. Álava es un sitio donde para ser político tienes que tener raza, es un territorio donde se aprende mucho. Estamos en el candelabro, como diría aquella.
