madrid. El líder del PSM, Tomás Gómez, arrancó ayer la campaña para las primarias del 3 de octubre en su pueblo, Parla, donde presumió de no tener "padrinos", mientras que su rival, Trinidad Jiménez, se presentó en Coslada como la única candidata con opciones de ganar a Esperanza Aguirre.
Gómez y Jiménez son dos de los aspirantes socialistas que ayer dieron el pistoletazo de salida a la campaña interna que les llevará a las elecciones primarias del próximo domingo, previstas para designar al candidato a los comicios autonómicos de Madrid, Canarias y Murcia y a las alcaldías de Valencia, Alicante, Sagunto o Torrejón, entre otras ciudades de más de 50.000 habitantes.
Dada la trascendencia política de la Comunidad de Madrid, el duelo de mayor interés mediático es el que protagonizan el secretario general de los socialistas madrileños y la ministra de Sanidad.
"Si podemos gobernar no tenemos derecho a perder", fue el mensaje que transmitió Jiménez al aproximadamente medio millar de personas que asistió a su mitin en un teatro de Coslada, donde estuvo arropada por la ex ministra Cristina Narbona, diputados nacionales y autonómicos, y alcaldes y concejales.
En un escenario decorado con carteles con el lema Trini puede, Jiménez se presentó como la "única" candidatura que puede ganar al PP e hizo un llamamiento a los militantes para que piensen que el 3 de octubre tienen "la responsabilidad de acertar con su voto para conseguir ganar las elecciones autonómicas de mayo".
Tomás Gómez, por su parte, no pidió el voto en Parla -la localidad de la que fue alcalde durante nueve años-, pues, según argumentó, un socialista debe votar en conciencia, "lo que le dé la gana, que será lo mejor". Al mitin de Tomás Gómez, que se celebró en un teatro de Parla, asistieron unas 800 personas, que hicieron emocionarse en ocasiones al secretario general del PSM, al que incluso se le entrecortaba la voz en ocasiones. "Cuando llegue a la Puerta del Sol, no habrá llegado Tomás Gómez; habrá llegado uno de los nuestros (...), de la gente corriente" que no tiene "padrinos", dijo a su auditorio.
Además, manifestó que no se esconde detrás del ex presidente del Gobierno, Felipe González y que tampoco va a esconder "ni a Felipe González ni a ninguno de los socialistas que han trabajado para cambiar este país". "Me siento orgulloso de Felipe González y de sus gobiernos y me siento orgulloso de José Luis Rodríguez Zapatero y sus gobiernos", aseguró. "Me siento orgulloso de ser socialista porque me siento orgulloso del pasado del partido, de sus 131 años de historia y orgulloso de los gobiernos socialistas que han cambiado el país. Yo no miro al pasado, pero sin pasado y sin raíces no hay futuro", manifestó Gómez en respuesta a las palabras del sábado de Trinidad Jiménez, su principal rival, quien dijo que pensando en el pasado no se ganan elecciones.