jerusalén. El inicio del Yom Kippur, una de las fiestas más sagradas para los judíos, ha provocado, un año más, el aislamiento de Cisjordania y de los barrios palestinos de Jerusalén. Coincidiendo con el día festivo y escudándose en razones de seguridad, todos los accesos a los territorios ocupados han permanecido clausurados desde las 24 horas del viernes hasta la medianoche de ayer. Sólo las urgencias médicas y los trabajadores de las ONG tenían permiso para cruzar los principales checkpoints hebreos, que fueron clausurados durante el comienzo de la fiesta. Aunque no sólo los palestinos de Cisjordania se vieron afectados por el Yom Kippur. La administración hebrea ordenó la clausura de buena parte de las carreteras del interior de Jerusalén y se instalaron puestos de control entre las zonas Este (de mayoría palestina) y Oeste (de mayoría israelí). Además, los vecinos de barrios como Al-Isawiya, Wadi Al-Joz, Shu"fat o Beit Safafa, donde existen asentamientos judíos, tuvieron que permanecer encerrados por miedo a las agresiones. La nueva operación del Ejército, que sigue a las detenciones de varios miembros de Hamas durante esta semana, se produjo precisamente el día que comienza el Yom Kippur, el día del perdón, la mayor festividad judía. Durante esta jornada, el país se paraliza y ni siquiera se programan vuelos en el aeropuerto. Por este motivo, la administración israelí bloqueó todos los accesos a Cisjordania, que quedó aislada desde la noche del jueves hasta la tarde de ayer sábado por "motivos de seguridad", según anunciaron.