BILBAO. ETA apuesta para el futuro por el Partido Popular. La organización armada considera que no hay ninguna opción de intentar otro proceso negociador con el PSOE y estima que tendrá "más opciones y garantías" con la formación de Mariano Rajoy. "Hay que intentar abrir el hilo con el PP"; así lo escribe la propia banda en un informe interno datado en agosto de 2009 al que ha tenido acceso DNA.

La debilidad política que padece José Luis Rodríguez Zapatero y su Gobierno resulta una evidencia en la escena política vasca, española y mundial. La mala gestión de la crisis económica ha mermado su crédito y su credibilidad. El PSOE se ha quedado solo -porque así lo eligió a principio de la legislatura- y las matemáticas han abandonado a su geometría variable en la búsqueda de apoyos puntuales. Únicamente le queda el PNV como salvavidas. Y no está muy claro que el partido de Urkullu quiera desempeñar ese rol. ETA también se ha percatado de esa debilidad.

La organización terrorista comparte la visión de muchos analistas políticos -y encuestas- y augura que Zapatero no ganará las próximas elecciones. Es más, los autores del texto -redactado en agosto de 2009, después del último atentado mortal de la organización, en Mallorca- no creen ni que el presidente del Gobierno español sea capaz de agotar la presente legislatura. En este sentido, el grupo armado critica la improvisación de los socialistas y el papel de "trapecista político" de Zapatero. Además, ETA insiste en que el PSOE sólo realiza planteamientos a corto plazo para mantener el poder.

"no queremos" Dentro de ese análisis de extrema debilidad del PSOE, la banda pronostica que los socialistas harían una lectura equivocada y sin carga política de la necesidad de un proceso con ETA. Intuye, además, que la formación de Zapatero sólo estaría dispuesta a embarcarse en un proceso que no le creara contradicciones -tanto internas como con el resto de partidos- y que vendería a la opinión pública como una rendición de ETA. De ahí que la organización descarte totalmente al PSOE ("no es que el PSOE no quiera un proceso, ¡que no lo quiere!, sino que somos nosotros los que no queremos llevar a acabo un proceso con un representante de Estado así") y apueste sin ambages por dirigir todos los esfuerzos hacia el Partido Popular ("más que pacto de estado, hay que negociar con la fuerza que tiene hegemonía de estado").

Esa hegemonía se la otorga al PP, un partido que por boca de Mayor Oreja ha dejado ver en los últimos meses que maneja informaciones precisas de lo que piensa o pasa en ETA. El último ejemplo lo firmó Oreja el pasado martes, al decir que habrá un comunicado "esperanzador" antes de las elecciones.

ETA no quiere al PSOE, pero ETA, paradójicamente, es el único resorte que queda a los socialistas. Esta reflexión no es nueva. A decir de muchos, el único clavo ardiendo al que podría agarrarse Zapatero para evitar la debacle socialista sería conseguir el final de la violencia. Durante todos estos meses anteriores, se ha especulado mucho sobre posibles conversaciones que buscarían ese anhelado objetivo. Jesús Eguiguren aparece como la referencia clave dentro de los socialistas vascos. El presidente del PSE ejerció de arquitecto del anterior proceso y los rumores le sitúan cerca de ese posible movimiento. Movimiento que los dirigentes socialistas siempre han negado. Sin embargo, lo que pensaba la organización ahora hace un año era totalmente contrario a esos rumores posibilistas. Es verdad que ese año que ha discurrido entre la redacción del documento hasta hoy ha sido intenso. Al menos públicamente, la autodenominada izquierda abertzale ha alentado un proceso posibilista y guiado exclusivamente por vías políticas. Algunos incluso han escenificado un pulso entre esos posibilistas y ETA para lograr dar con la clave: la renuncia de la banda a la violencia. Analistas consultados por DNA, por el contrario, no creen que ETA haya dado una ciaboga de 180 grados en sólo doce meses. No es su estilo ni su forma de actuar. El grupo armado siempre ha marcado sus propios ritmos y los mensajes que envía a sus correligionarios suelen tener bastantes meses de vigencia.

ares y una tregua Hace tiempo que se espera un comunicado en el que ETA aporte su visión de las cosas y su intención para el futuro. De momento no ha llegado, pero el consejero de Interior del Gobierno Vasco, Rodolfo Ares, afirmó ayer que no descarta una declaración de alto el fuego: "Podría darse una declaración de tregua o de alto el fuego, pero es algo que es absolutamente insuficiente porque, por muchas ganas o por mucha ansiedad que tengamos para que acabe definitivamente la activad terrorista, no podemos dejarnos enredar con decisiones de ETA o de su entorno, especialmente, si tenemos en cuenta decisiones en el pasado". Ares añade que el tiempo de treguas "ha pasado" y lo que se espera es que ETA abandone definitivamente la actividad terrorista.