madrid. Los catorce españoles que participaron el sábado en una protesta en apoyo al pueblo saharaui en El Aaiún, once de los cuales fueron detenidos, tomaron ayer por la noche, entre fuertes medidas de seguridad, un barco para regresar a España, concretamente al puerto de las Palmas, donde estaba prevista su llegada a las 7.00 horas de hoy, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.

Los catorce españoles de origen canario e integrantes de la asociación SaharAcciones, se habían trasladado El Aaiún, capital administrativa del Sahara Occidental, para denunciar la violación de los derechos humanos y la ocupación marroquí ilegal de ese territorio.

La protesta, que tuvo lugar el sábado a las 18.00 hora local, fue reprimida por las fuerzas de seguridad marroquíes, que detuvieron y sometieron a interrogatorio a once, según dijo Japci Marrero, uno de los canarios que organizó la manifestación.

Posteriormente, Roberto Mesa y Anselmo Fariñas, dos de los activistas detenidos e integrantes de la asociación SaharAcciones, denunciaron que al menos seis de los manifestantes resultaron heridos de diversa consideración por los golpes que les propinaron supuestamente policías de paisano. Mesa relató que él mismo y otra compañera, Carmen Roger, recibieron golpes en costillas, cara, cabeza y cuello, y que la propia policía les trasladó al hospital para que fueran atendidos.

Tras los incidentes, el director general de Relaciones con África del Gobierno canario, Pablo Martín-Carbajal, se puso en contacto con los activistas que le informaron de que se encontraban bien, aunque asustados por la carga policial.

Los activistas explicaron que, tras la protesta, once de ellos estuvieron arrestados ocho horas, desde las siete y media de la tarde hasta las cuatro de la madrugada pasada, hasta su trasladado a la Casa de España.

El Ministerio confirmó en un comunidado la detención de once ciudadanos españoles y señalaba, además, que nada más conocer los hechos se pusieron en marcha los dispositivos de asistencia consular por parte de la Embajada y del Consulado General de España en Rabat.

Aseguraba que los detenidos habían estado acompañados y asistidos por funcionarios españoles y que por la tarde estaban en las dependencias de la Depositaria de Bienes del Estado en El Aaiún, donde "han preferido permanecer", a la espera de embarcar en un barco para regresar a España.

Según el departamento que dirige Miguel Ángel Moratinos, que negó que se encontrase bajo arresto domiciliario en la Casa de España, las autoridades marroquíes les recomendaron que permanecieran en dichas dependencias y que, por seguridad, no se desplazasen sin estar acompañados por funcionarios de la embajada. Los activistas aseguraban que temían por su seguridad, ya que creían que la situación podía empeorar y que podían repetirse las agresiones a lo largo del día.

El suceso se produce días después de que el Gobierno, en concreto el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, diera por "superados" los incidentes en la frontera de Melilla por el bloqueo y las protestas marroquíes contra la Policía española.