madrid. Varios de los excarcelados cubanos han pedido al Gobierno poder traer a España a más miembros de sus familias, después de que el régimen castrista les impusiera un tope de personas con las que abandonar la isla cuando salieron de prisión.

Los disidentes han asegurado que el Ministerio de Asuntos Exteriores se comprometió a hacer gestiones ante las autoridades de La Habana para permitir viajar a Madrid a este grupo de allegados, que ronda las 30 personas.

Han solicitado que estos familiares puedan venir en el vuelo que trasladará a España en los próximos días a otros seis opositores que van a salir de la cárcel, como anunció el pasado viernes el Arzobispado de La Habana. "Tenemos mucha preocupación por estos familiares y miedo a que puedan sufrir la represión del régimen", afirmó Jesús Mustafá, quien vino a Madrid acompañado de siete parientes y demandó que puedan salir de la isla otros dieciocho. Éste fue uno de los exiliados que llegó a Madrid el pasado 23 de julio, en la última tanda de los primeros veinte disidentes acogidos en España desde hace un mes.

Con él llegaron Jorge Luis González Tanquero y Blas Giraldo Reyes, y dos días antes, Manuel Ubals y Arturo Pérez de Alejo. Todos ellos tienen intención de irse a vivir a Estados Unidos, aunque mientras completan los trámites aguardan en Madrid al resto de sus familiares, con los que apenas han podido hablar por teléfono durante el mes que llevan exiliados.

"Pasan los días, pero nadie nos ha dicho nada. Estamos con mucha incertidumbre", declaró González Tanquero. Entre sus familiares que quieren venir a Madrid está su madre, Enilda Tanquero, una de las Damas de Blanco, la plataforma creada cuando el régimen castrista encarceló al llamado Grupo de los 75 en 2003, al que pertenecen los acogidos en España.

promesa El Gobierno de Raúl Castro se ha comprometido a liberar antes de que acabe octubre a los 52 integrantes de ese grupo que han permanecido en prisión desde hace siete años. Por ahora, han llegado veinte a España, con unos 120 familiares en total, de los que 50 siguen en Madrid. La mayoría quiere que se le reconozca la condición de refugiados políticos, para denunciar la el régimen político cubano, pero el Gobierno les recomienda que se acojan a la protección internacional asistida, para disponer de inmediato de permiso de residencia y de trabajo.

Tanquero también se ha quejado de que los familiares que vinieron con él se sienten "engañados" por las malas condiciones de su centro de acogida.