Vitoria. Si la escena política tiene en este verano un protagonista éste es sin duda el denominado polo soberanista y las conversaciones, reuniones y cruce de declaraciones que en torno a la alianza de Eusko Alkartasuna y la izquierda abertzale tradicional se han fraguado en estas semanas. A éstas se sumó ayer el delegado del Gobierno en Euskadi, Mikel Cabieces, haciendo referencia concreta a la eventual materialización electoral que esta entente pueda adoptar, quitando el foco judicial de EA y poniéndolo en exclusiva sobre la izquierda aber-tzale histórica.
De este modo, Cabieces insistió en desmentir que las filas socialistas mantengan algún tipo de contacto con el mundo de lo que fue Batasuna y que el Gobierno ya ha dicho "por activa, por pasiva y por perifrástica, que Batasuna, ese mundo, ya sabe lo que tiene que hacer en democracia, con las normas que nos hemos dado, avaladas por la Unión Europea".
"Si ese mundo, porque Batasuna está ilegalizada, nunca se podrá presentar a nada porque es ilegal, quiere participar en política ya sabe lo que tiene que hacer: o lograr que ETA desaparezca o separarse nítidamente de ETA", dijo el delegado del Gobierno en una entrevista a Radio Euskadi. En esta línea, se hará "lo que dicen las leyes" y, si de cara a próximos comicios, "se acredita claramente que quieren colarse, los tribunales dirán que no pueden, que es una sucesión de Batasuna". Preguntado por la situación de Eusko Alkartasuna, indicó que se trata de "un partido plenamente democrático", sobre el que "no hay discusión" y, por tanto, "nadie va a investigar a EA".
Por otra parte, consideró que "si alguien puede sentirse victorioso" cuando un preso de ETA se desvincula de la banda son las víctimas del terrorismo, porque "representaban la legalidad que quería romper el asesino". "Un policía, un guardia civil, un militar, un juez, un periodista... a los que les han matado les han matado porque defendían esa legalidad", evidenció Cabieces defendiendo la política penitenciaria en relación a los presos de ETA.
A este respecto, la parlamentaria y portavoz del PP vasco Laura Garrido, en declaraciones a Europa Press, instó a ser "mucho más exigente" con los presos de ETA y consideró "muy arriesgados" los acercamientos de estos reclusos, que "además no se entienden por los ciudadanos". "Son difícilmente entendibles por la mayoría de los ciudadanos. Muchos se están preguntando a cambio de qué", destacó.