bogotá. La reunión entre los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y Venezuela, Hugo Chávez, se realizará hoy, pasado el mediodía, en la ciudad de Santa Marta, en la Quinta de San Pedro Alejandrino, informaron hoy fuentes del Gobierno. Un grupo de funcionarios de la Presidencia de Colombia ya está en Santa Marta para preparar los detalles del encuentro, que se celebrará en la quinta donde falleció el Libertador Simón Bolívar en 1830 y que hoy en día es un museo.
El gobernante venezolano llegará al mediodía al aeropuerto Simón Bolívar de esa ciudad caribeña y de inmediato se dirigirá a la citada quinta.
Santos viajará hoy mismo por la mañana a ese balneario del norte de Colombia junto con su canciller, María Angela Holguín, y otros ministros que lo acompañarán para la crucial reunión con la que se busca encauzar las relaciones diplomáticas entre los dos países, rotas desde julio pasado.
Los cancilleres de Colombia, María Ángela Holguín, y de Venezuela, Nicolás Maduro, anunciaron anteayer, tras una reunión de más de tres horas, que Santos y Chávez celebrarán este encuentro, el primer paso para resolver esa crisis histórica entre las dos naciones vecinas. "Yo espero que de esa reunión podamos sacar conclusiones que nos lleven a normalizar las relaciones entre los dos países", aseveró ayer el flamante presidente colombiano tras el anuncio.
Chávez rompió el pasado 22 de julio las relaciones con Colombia después de que el Gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe denunciara ante la Organización de Estados Americanos (OEA) que Venezuela albergaba grupos guerrilleros dentro de su territorio.
Las relaciones diplomáticas y comerciales estaban ya congeladas desde el año pasado debido a las discrepancias de Venezuela ante un acuerdo militar que Colombia firmó con EEUU, además de los choques personales que mantuvieron en los últimos años Chávez y Uribe.
Pero no es el único paso que ha dado el nuevo mandatario colombiano. Juan Manuel Santos inició ayer una nueva era de sus relaciones con la justicia para restablecer la armonía de poderes después de los continuos enfrentamientos y choques de su antecesor, Alvaro Uribe, con las cortes y los magistrados de ese país.