El ataque se produjo sobre las dos de la madrugada en las instalaciones de la Policía vasca en la calle Fueros. Los autores de los hechos arrojaron, al menos, media docena de cócteles y varios envases con pintura contra una de las fachadas del puesto de atención ciudadana, que permanece por el momento cerrado.

El ataque provocó diversos daños materiales en el edificio, cuya fachada quedó ennegrecida y afectada por la pintura, aunque no afectó a viviendas de la zona.

Además, sobre esa misma hora, el servicio de bomberos tuvo que actuar para sofocar el fuego de dos contenedores que fueron incendiados en esta localidad.