vitoria. Los rumores que especulan con la posibilidad de que ETA declare próximamente un cese de su actividad terrorista y el efecto que esto podría tener sobre la presencia de Batasuna en las próximas elecciones muncipales y forales llevaron ayer a la clase política a mantener el enésimo pulso dialéctico.
El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, aseguró una vez más que el Gobierno no está preparando la legalización de Batasuna y dejó claro que la izquierda abertzale sólo podrá volver al sistema democrático si respeta los derechos y libertades de manera clara. "En principio no, de ningún modo. Los partidos ilegales son partidos ilegales", aseguró Caamaño, que aprovechó además para pedir a ETA que abandone la violencia de manera definitiva. "Respecto a la banda terrorista, lo que tiene que hacer es lo que todos deseamos, que abandone de una vez por todas de manera clara y definitiva la violencia contra los demás", resaltó el ministro de Justicia.
Poco después incluso la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, se vio forzada a salir al quite para incidir en que Batasuna no podrá presentarse a unas elecciones mientras no condene claramente la violencia de ETA.
De la Vega negó además que los últimos movimientos en la izquierda abertzale sean la causa del retraso en la tramitación parlamentaria del paquete de reformas que aprobó el Gobierno para hacer más difícil que Batasuna acuda a las urnas.
"no caben especulaciones" "Batasuna es un partido ilegal y nunca podrá presentarse a unas elecciones si no condena la violencia de forma clara y se separa de manera definitiva de ETA. No caben especulaciones y por lo tanto no hay ni la más mínima posibilidad" de que la izquierda abertzale concurra a las elecciones si no cumple con estos requisitos, reiteró.
Sin embargo, ni todas las explicaciones que vienen dando los socialistas, ni las que dieron ayer, calmaron a quienes ya se preparan para marcar en corto al Gobierno si se diera este escenario. Así, el presidente del PP, Mariano Rajoy, afirmó una vez más que "Batasuna debe saber" que no podrá presentarse a las elecciones, por muchos "méritos" que quiera hacer, ya que estos, advirtió, no serán más que "maniobras de distracción que podrían provocar "un enorme error político". Desde Navarra, su presidente, el conservador Miguel Sanz, también advertía de que "no puede ser" que ETA tenga un final político, mientras la diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, admitía que "parece" que este sector está empujando a ETA para que haga posible su "apuesta por la vía exclusivamente política".